De lo mínimo, de lo preciso, de lo necesario me habla la obra del ovetense Javier Valles en su primera exposición en Vigo, «Paisajes de viento», hasta finales de mes febrero. Una escultura de pequeño formato, pictórica, rica en mensaje y atrayente estéticamente. En la que se combinan madera, porcelana, papel o metal en unas presentaciones suaves, brillantes que transmiten constantemente la idea del paso del tiempo.
La exposición se articula a través de tres series: Horizontes 1/7, estructuras planas de madera que enmarcan visualmente su contenido. Edificios de viento 1/5, piezas que dan imagen a la muestra. Y Mundos de silencio 1/13, una serie de cajas enmarcadas que contienen formas imposibles que atrapan el aire y muestran increíbles y mínimos paisajes esculturales. Además de otras pequeñas piezas, a las tres series las acompaña la instalación Ciudad en la huerta. Una especie de milagro en equilibrio vertical que interactúa con el visitante al verla de frente por el juego de sombras y desde una visión diagonal o lateral en la que la pieza toma relieve y sentido.