El espacio o la forma rota se presenta en 17 fotografías, a veces como el enfrentamiento de dos planos diferentes dentro del mismo encuadre, como un efecto de luz y sombra, un corte, un papel roto o una especificación de carácter surrealista. La palabra sentido del título nos refiere a la nueva realidad a la qué Antonio nos enfrenta. Su fotografía siempre es tranquila, como él. Pero como él está vez se desmarca y nos sorprende en un juego de formas qué juegan a la abstracción. Aunque lo puedan parecer no son collares digitales. Gutiérrez viola el encuadre y la composición naturales y crea a base de planos libres una realidad alterada y reconocible.
Podemos encontrar referencias en los neoplasticistas holandeses qué despojaban al arte de todo lo accesorio para así llegar a la esencia a través de un lenguaje objetivo y universal. Una combinación de imágenes de estética sencilla, nos muestran mundos ricos con conceptos originariamente pictóricos.
Retratos, paisajes y objetos que pierden su significado original, no para quedarse sin mensaje sino para adquirir otro totalmente nuevo en un ejercicio dadá y situacionista. Le preguntaba al autor días antes de la exposición en un absurdo de charla grabada con un móvil que podéis ver en la web de Dinamo Coworking, si sus modelos fetiche (Alejandra Tier y Marta Platas, que sí las pude ver y saludar en la inauguración) estarían presentes en Romper con sentido y él, sardónico y mordaz como siempre, respondió qué había una foto de su otro modelo fetiche: Él mismo. Dentro de una selección de fotos de un mundo roto con sentido, consentido.