En agosto ha llegado a Prime Video la nueva serie del Hombre Murciélago, Batman: el Cruzado Enmascarado, una revisión de sus mitos y personajes secundarios que los traslada plenamente a los años 40.
Teniendo en cuenta que Batman surcó los tejados de Gotham City por primera vez en 1939 y que debe mucho de su encanto al personaje de La Sombra, de Walter B. Gibson ―millonario ocioso de día y justiciero de noche― y a Dick Tracy, de Chester Gould ―con su infinita galería de villanos deformes―, es obvia la relación que mantiene con los años 40, los seriales cinematográficos y las historias de honrados policías que se enfrentan a bandas mafiosas sin escrúpulos. De vez en cuando, el héroe vuelve a sus raíces detectivescas y, aunque suele vivir en un presente etéreo que logra adaptarse a cualquier tiempo, son muchos los autores que gustan de llevarlo de regreso a sus orígenes.
Entre 1992 y 1995, se emitió Batman: La serie animada, quizá la mejor animación de superhéroes de todos los tiempos y la mejor versión que ha habido del personaje, ya que en ella Alan Burnett, Paul Dini, Eric Radomski y Bruce Timm consiguieron engarzar todas las visiones que habíamos podido disfrutar a lo largo de las décadas: el estilo tan particular de las películas de Tim Burton ―cuyo éxito había motivado el estreno de la serie―, la lucha contra la mafia propia de los años 40, la psicodelia de décadas posteriores, el gusto por el orientalismo que habían aportado Denny O´Neill y Neal Adams o la crudeza de Frank Miller.
En sus 85 episodios pudimos ver violencia, honestidad, tragedia y horror, con un respeto enorme por el trabajo de todos los autores. Además, en esta serie debutaron personajes que más tarde llegarían a volverse pilares del mundo de Batman e incluso del Universo DC, como la agente de policía Renee Montoya o la villana Harley Quinn, y otros hallaron una caracterización más precisa, compleja y atemporal que más tarde adoptarían los cómics, como en el caso del Joker, Míster Frío, el Acertijo, Dos Caras, Robin, Batgirl o el detective Harvey Bullock.
Ahora llega a Prime Video Batman: El Cruzado Enmascarado, una serie de diez capítulos creada por Bruce Timm, J. J. Abrams, Matt Reeves, Greg Rucka y Ed Brubaker que repite la fórmula de aquella ―un enemigo por capítulo, con la guerra entre familias mafiosas como historia de fondo―, mientras que ahonda en la ambientación de los años 40 ―ropa, vehículos y tecnología que recuerdan a los seriales cinematográficos de esos años―.
De paso, Timm se ha permitido algunos cambios en profundidad: el Pingüino es presentado como mujer, el comisario Gordon ahora es negro y su hija Bárbara trabaja como abogada de la corte de Gotham, siempre enemistada al fiscal del distrito y candidato a alcalde, Harvey Dent. Aparecen algunos villanos que no se habían visto en la anterior serie, como Basil Karlo ―el primer Calyface―, Firebug, Deadshot u Onomatopeia, y algunos personajes se transforman por completo, como Harley Quinn o Bullock. Pero, sin duda, el gran protagonista de la temporada es Harvey Dent, con su viaje personal desde un arribista vendido al crimen organizado hasta un villano estrella dentro de la galería de Batman.
Bruce Timm había manifestado en repetidas ocasiones su rechazo a continuar La serie animada, y ciertamente ya poco quedaba por contar en la mitología del Hombre Murciélago, no solo por lo que aportó en su época el conjunto de los 85 episodios originales, sino también por la forma en que estos se complementan con otros proyectos de Timm como Superman: La serie animada, Batman del futuro o Liga de la Justicia. ¿Había hueco para una nueva serie del detective de Gotham?
Ciertamente, es un personaje que permite muchos acercamientos y todos son válidos, desde el más desenfadado de El intrépido Batman al más radical y moderno de Cuidado con Batman. Habrá que ver con el tiempo si El Cruzado Enmascarado está a la altura de sus brillantes predecesoras, porque ahora mismo la capucha del murciélago es muy difícil de llenar.