Tú, flamante amigo de la calma,
tú, aliado del silencio y de la paciencia,
historiador submarino, el que puede expresar
un relato fluido de un modo más salado que el mar:
¿Qué leyenda bordeada de escamas habita en tu figura
de deidades o mortales, o de ambos,
en Vicus o en la calle con nombre de estrella?
¿Qué navegantes son aquellos? ¿Qué pescadores reticentes?
¿Qué objetivo enloquecido? ¿Qué esfuerzo por huir?
¿Qué redes y pertrechos? ¿Qué éxtasis salvaje?
Las historias predicadas son atroces, pero las que no
son hermosas; por eso, transeúntes, lentamente caminen;
no para llegar, sino para escuchar.
Oigan bajo el elevado pedestal cancioncillas sin tono
sobre el amado hogar, en las profundidades del océano.
No puede olvidar a su ninfa, al igual que las calles no pueden estar vacías;
audaz amante fracasado, que nunca llegó a dar el beso
aun cuando la meta estaba tan cerca. No te aflijas;
ella no puede desaparecer, aunque tú no puedas conseguir tu dicha,
¡la amarás para siempre y ella buceará libre por la ría!
¡Ah, felices, felices transeúntes! Transeúntes que pueden caminar
por las calles, y pueden navegar por alta mar;
mientras que su corazón de acero viviente,
por siempre tocando canciones nuevas;
¡más amor real! ¡Más, más amor de verdad!
Por siempre plácido y sirenio para disfrutar,
por siempre jadeante y por siempre joven;
y muy abajo toda la pasión humana que respira,
que deja a un corazón altamente adolorido y hartado,
una frente que arde y una lengua que se seca.
¿Quiénes son estos que parecen vivir?
¿Hacia dónde van, tan apresurados y distraídos?
Gran bullicio en la ciudad, pero sus corazones por siempre
en silencio están y, ni un alma que pueda decir
por qué están tan desiertos y él tan vivo.
¡Oh figura olívica! ¡Tremenda actitud! Con las piernas
de hombre fuerte y escamas de sirenio valiente.
Con tu forma anclada, nos provocas a salir del pensamiento
como lo hacen las fulgentes estrellas del firmamento.
Cuando la vejez haya acabado con esta generación,
tú has de permanecer en medio de otra nueva,
Un amigo para el hombre, a quien le dirás:
“El amor es la verdad y, la verdad, amor: eso es todo
lo que es la vida y todo lo que necesitas saber del mundo”