¿Quién me mandaría meterme en estos fregados, tener estas ideas? O es fácil elegir una sola novela gráfica de entre todo lo que se publica en treinta y un días, pero este marzo tenemos nuestra selección bastante clara. El foco apunta a un gigante.
Este mes que entra volveremos a gozar del arte exploratorio de Olivier Schrauwen, una de las voces más destacadas del cómic del s. XXI. Su trayectoria es ya dilatada: Schrauwen (Brujas, 1977) estudió animación en Ghent y lenguaje de cómic en Bruselas, lenguaje que retuerce y expande en su obra.
Dueño de un estilo inventivo, mutante y sintético, su obra es la de uno de los grandes renovadores del lenguaje de la historieta. Algunos de sus libros publicados hasta la fecha son El hombre que se dejó crecer la barba (2012), Mi pequeño (2018), con Ruppert & Mulot Guy, retrato de un bebedor (2020) y su obra maestra: Arséne Schrauwen (2014-2017). Todos (y otros no citados), magníficamente editados por la editorial Fulgencio Pimentel.
Dueño de un humor muy personal y de una búsqueda de trascendencia sin perder el toque gamberro, en marzo sale en nuestro país (de nuevo en Fulgencio Pimentel) Domingo flamenco, 472 páginas a color que el editor describe como “Un tebeo monumental sobre el aburrimiento y la idiocia contemporánea”.
Un relato que entreteje la vida de un protagonista anodino con la representación del pensamiento interior del propio individuo. Apuesten que estamos ante un tour de forcé artístico incomparable y atrévanse a catar su obra (si no la conocen ya, y en tal caso este texto se resume a un lacónico “¡Que vuelve Schrauwen!”, sus lectores habituales no necesitamos más).