Hubo una época en la que existían numerosas librerías en la ciudad de Vigo. Resultaba muy interesante y entretenido dedicarse a visitarlas, todas ellas diseminadas por diferentes rincones. Sin embargo, el desarrollo de la urbe durante las últimas décadas, y los cambios en las preferencias del público, modificaron aquellos locales en otros que nada tienen que ver con los libros.
En la memoria ciudadana todavía suenan algunos nombres relevantes como la Librería Balmes, que estaba en la Rúa Velázquez Moreno, entre la calle Policarpo Sanz y la Rúa Príncipe. Un poco más arriba, haciendo esquina con la Rúa Príncipe, estaba la librería y papelería Española, que actualmente es una óptica y una tienda de vestidos de novia. En la Rúa Carral existió hasta hace poco la Librería San José, especializada, sobre todo, en libros relacionados con la náutica. En la esquina de la Rúa Urzáiz con la Gran Vía estaba ubicada La Rápida, que ha sido sustituida por una tienda de moda.
La Librería Cervantes, en la Rúa Policarpo Sanz, era una librería clásica cuya desaparición fue muy llorada por los amantes vigueses de los libros. La Librería Bertrand, en la Rúa Príncipe, que no duró abierta muchos años, en la actualidad es un comercio de moda. La librería Vázquez Ribada, ubicada en un entresuelo en la esquina de la Rúa Carral con la Rúa Marqués de Valladares, estaba especializada en libros técnicos, pero hace años fue desvaneciéndose hasta su desaparición. Por su parte, la librería Carrera, al otro extremo de la misma calle, estaba especializada en libros de medicina. No podemos olvidar la histórica librería Ir Indo, que inicialmente estaba en las galerías que conectan la Rúa Príncipe con la Rúa Doutor Cadaval y que fue fundada por el editor Bieito Ledo. En la Rúa existía la librería A Esmorga —que muestra la fotografía—, que actualmente te es un bar llamado A Lideira, pero que aún conserva el antiguo cartel de su entrada.
En contraste también podemos destacar otras librerías que han conseguido sobrevivir a la presión urbanística y comercial y a los vaivenes del mercado. Incluso algunas cuya apertura sólo se remonta a algunos años. Por ejemplo, en el extremo de la Gran Vía, en As Travesas, poco antes de llegar a la Praza de América, aún existe la Librería Gran Vía. Muy cerca de allí, en la Rúa Gerona, existe A Libroteca, y en la misma calle Gerona, pero de creación más reciente, la librería de compraventa Trotalibros; gracias a ella nadie tiene disculpa para no tener un libro interesante entre las manos. Tampoco debemos olvidar Coleccionista’s, en el número 11 de la Rúa Romil, un lugar de visita obligada para quienes buscan libros de todo tipo y descatalogados. Sin olvidar La Casa del Libro, en la Rúa Velázquez Moreno, e incluso la sección de librería de El Corte Inglés.
A pesar de que en la actualidad existen librerías muy interesantes en la ciudad de Vigo, la lista ha quedado muy reducida porque no les resulta nada fácil sobrevivir a la presión de otros negocios mucho más rentables. Podemos afirmar, con enorme tristeza, que la desaparición masiva de librerías en la ciudad de Vigo ha sido un auténtico descalabro.