Este mes ha aparecido en el mercado la nueva novela de Fran Zabaleta, veterano escritor de novela histórica que en este caso ha decidido dar un salto al presente, con una narración de vuelta a la naturaleza, descubrimientos propios y leyendas enterradas bajo las montañas del Courel.
Historiador, maestro, guionista, redactor y escritor, Fran Zabaleta había enfocado la mayor parte de su obra literaria hacia la novela histórica. Gran conocedor de la geografía gallega y de su pasado y leyendas —sobre lo cual ya había trabajado en documentales—, ha publicado este mes «Lo extraordinario», un libro de experiencias, viajes y aventuras, una mezcla poco corriente.
«Llevaba horas conduciendo como un autómata. Ni sabía hacia dónde se dirigía ni le importaba una mierda. Lo único que quería era largarse. Escapar. Desaparecer. Una parte de su cerebro interpretaba las señales de tráfico y mantenía el control del coche mientras su cabeza volaba muy lejos de la carretera. En algún lugar había leído que los seres humanos son los únicos animales que viven más tiempo en el pasado o en el futuro que en el presente. Se le escapó una carcajada amarga. Si eso era cierto, sus perspectivas vitales daban asco: el pasado le quemaba como un infierno y no le quedaba futuro. Al menos, ninguno que quisiera vivir».
En ese párrafo, con el que comienza la novela, está resumido el motor de la historia: Laro es un hombre que escapa de una existencia lamentable y pone rumbo a cualquier lugar donde pueda perderse. Esa necesidad de poner kilómetros de por medio lo empuja hacia las montañas del Courel, a uno de los pocos sitios puros que quedan en la península. El contraste es brutal: de la ciudad al campo, del bullicio a la soledad completa y la necesidad de sobrevivir por sí solo. Laro tendrá que afrontar su vida previa y al mismo tiempo solucionar un antiguo problema entre familias, que se remonta a épocas anteriores al establecimiento de las fronteras y del modo de vida actual. Por tanto, su vuelta al mundo rural significa un aprendizaje de las viejas costumbres, que en lugares como aquel representan leyes más importantes que las de los hombres. Las leyes de la montaña, los pueblos, las tradiciones que datan de siglos pasados. Los enfrentamientos heredados quién sabe por qué.
Laro es la representación del urbanita moderno que comprende que necesita tierra, árboles y libertad, y por eso huye de un asfalto que lo aprisiona. Es el niño que aprende a andar en un mundo nuevo, duro y con sus propias reglas, que tendrá que aprender a toda prisa si quiere sobrevivir. Pero para entender un lugar tienes que conocer su historia, igual que para entender al Laro del presente es necesario indagar en por qué ha llegado al Courel, de qué huye y cómo puede tragarse lo que hizo —o al menos la parte suficiente para que no le siga haciendo de lastre—.
En este sentido, «Lo extraordinario» es una obra muy zabaletiana, por cuanto asume muchas de las premisas que ha defendido siempre su autor: la búsqueda de las raíces históricas de un territorio como forma de buscarse a uno mismo, la vuelta a la naturaleza, la defensa de unos valores nobles y sencillos.
A la vez es una novela de aventuras, con una trama intensa que involucra un tesoro, un manual con claves secretas y un juego hacia el lector con el título de cada uno de los capítulos. Habla del amor, de los celos, de la soledad, de la vejez y de cómo se siente una persona cuando todo eso se le echa encima al mismo tiempo. Habla de ser nosotros mismos, aunque eso implique dejarlo todo y encontrar una nueva forma de vivir. Reinventarse.
En los últimos años ha habido un repunte de este género literario, que los críticos llaman neorruralismo. Una apuesta por la vuelta a los orígenes familiares, afectivos y personales, como forma de encontrar la raíz de la propia existencia. Pero «Lo extraordinario» va más allá de elegir un entorno rural para situar su historia. Aquí es el Courel el verdadero protagonista y los personajes viven sus vidas, purgan sus miedos y encuentran la felicidad —o la muerte— en esas misteriosas montañas de Lugo.
Una novela que ofrece evasión y campo, precisamente en una época en la que no podemos salir de casa y solo nos queda viajar con los libros.