VIGOÉ: Muchas gracias, antes de nada, por estar aquí.
Teresa Zataraín: Gracias a vosotros, por estar interesados en Jella Lepman y en la editorial.
VÉ: Mucho. Yo creo que es importante. Desde el periódico queríamos hacer una serie de entrevistas a editoriales gallegas. Con motivo de la Navidad, nos gustaba la idea de parar las prisas de estos días y ver qué hay en Galicia, hablar un poco de lo nuestro y de lo que puede aportar. ¿Te parece bien? ¿Qué nos quieres contar?
TZ: Me parece genial. Verás, Creotz tiene ahora seis años y surge en un momento en el que tengo el tiempo y los recursos para editar algún libro en papel, ese es el objetivo. Y escogí la literatura infantil y juvenil porque yo siempre he tenido la pasión del libro ilustrado, esa especie de mixtura del texto escrito y de ilustración, que me parece un producto muy bonito para niños y también para adultos. En este momento hay fórmulas preciosas de novelas ilustradas para adultos.
»Así que de esa manera es como empiezo. Y me lanzo, si quieres inconscientemente, a editar tres títulos míos ilustrados, que formaron la «Colección Violeta», y salgo con ellos al mercado, de una manera muy rudimentaria, con muy pocos medios, haciendo incluso la distribución yo misma, por las librerías gallegas en primer lugar y algunas librerías de Madrid. Empezar con una editorial no es fácil, porque necesitas un dinero para apostar por tu proyecto, y un libro impreso tiene sus costes. Ahí era yo la autora, y la ilustradora era una persona muy cercana a mí, y empezamos las dos sin pedir nada más que poder realizar los tres libros. Pero además tienes que tener un distribuidor, y no es fácil encontrar hoy un distribuidor que quiera coger una pequeña editorial que empieza, porque, por desgracia, muchas veces las editoriales desaparecen muy pronto. Así que al principio la distribución fue dura y personal, puerta a puerta, a las librerías que iban cogiendo mis libros. Y claro, eres un sello que vete tú a saber lo que va a durar… Pero bueno, con un poquito de perseverancia, encontramos nuestro primer distribuidor para la zona de Galicia y norte de España, y a través de ese distribuidor llegamos al resto, hasta cubrir toda la geografía. A partir de ahí, empezamos a editar a otros autores. El primero fue Antonio García Teijeiro, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2017. Antonio es de Vigo y lo conozco a través de la librería Librouro. En ese momento él estaba negociando la edición de una trilogía de poemas sobre el mar para niños y jóvenes, y tenía concretamente un poemario en español. Entonces conozco a Antonio, conectamos, hablamos… Obviamente, es un escritor de mucha talla, tanto a nivel nacional como en Galicia, con lo cual trabajamos de cerca con el ilustrador, Xosé Cobas, y surge el libro, «En la cuna del mar», del cual él quedó siempre prendado.
VÉ: No me extraña, porque es precioso.
TZ: Ese libro es una maravilla, y surge de una manera muy mágica, y sé que es un libro que tienen como referencia, tanto Antonio como Xosé. Eso inaugura una colección llamada «Hilo de cometa», que luego continuamos con «Poeta eres tú», de Juan Carlos Martín Ramos y Mariona Cabassa, un libro que sale un año después y es una delicia; y que recientemente se completa, hace año y medio, con el tercer libro de poesía de la colección, «Chocolate y besos», un poemario de Marisa López Soria, ilustrado por Leticia Ruifernández, que es un libro que ha funcionado también muy bien. Por lo tanto, tenemos una colección, que va creciendo lentamente, de poesía ilustrada para niños y para jóvenes. Estos libros no son solo para niños pequeños, yo me atrevería a decir que son libros deliciosos para leer un padre y una madre.
VÉ: Pues sí. A mí me han encantado, en serio.
TZ: Son unos libros preciosos, con unas ilustraciones preciosas. Desde entonces, ya empezamos con tres distribuidores a nivel nacional, y todo parece que va cogiendo un poco de ilusión. Con mucho esfuerzo. Hay que trabajar mucho, y es algo que he hablado con Antonio García Teijeiro, y él hasta a veces se enfada un poco, porque dice que no hay un apoyo a la poesía. Por parte de los libreros, hay el concepto de que la poesía no vende, y por eso muchos ya no apuestan por ella. Por parte de los educadores, muchas veces también creen que los niños cogen mejor una historia, y no es así. Yo creo que es el estado más sublime de la literatura, en la poesía el lenguaje está unido a la estética y a la musicalidad, y los niños sí saben disfrutar la poesía. El prejuicio es de los adultos.
VÉ: Exacto, a veces parece que sea un género de segundo nivel.
TZ: Y es que hay más que expresar que solo una historia, la literatura es más rica que eso. Pero no hay muchas editoriales, las grandes editoriales no están apostando por la poesía de una forma decisiva, porque no es muy comercial. Entonces aquí tienes una pequeña editorial como es Creotz, gallega —aunque yo sea de Cantabria, llevo 28 años viviendo en Galicia y me siento gallega-, pequeña, como te digo, pero con la locura de haber apostado por defender la poesía. Y alguno me dicen «Es que tú no lo has pensado». Pues no, no lo he pensado, porque este proyecto es una pasión —que luego tratas de racionalizar y aplicarle criterios empresariales, porque obviamente una empresa tiene que salir adelante y tiene que tener una mínima rentabilidad—, pero hay un fondo de pasión. Yo amo la poesía muchísimo, y siempre digo, para entender la poesía, una cosa que para mí es clave: hay ciertas cosas que no las puedes expresar de otra manera, y que a través de la poesía sí se pueden expresar, e incluso se subliman y se embellecen.
VÉ: Eso se nota. En tus libros se nota el esmero, el cariño y el amor por el género.
TZ: Sí, y dar muchísimo. Tratas de cuidar mucho la edición y luego a veces no se valora, te dicen que un libro de 16 euros, como el de Antonio, es caro.
VÉ: Es que al final le estamos perdiendo un poco el respeto a las cosas, ¿no te parece?
TZ: Le hemos perdido el valor, estamos devaluando el libro.
VÉ: Sí, antiguamente los libros eran tesoros que se heredaban de padres a hijos, tú heredabas libros de tus padres y les dabas un aprecio enorme.
TZ: Sí, ¿y sabes una cosa? Aunque se siguen perdiendo lectores, en todas las estadísticas, y te lo dicen en los congresos, sin embargo los lectores leen más. O sea, que ahí hay un consuelo. Lo que tenemos que conseguir es que el libro vuelva a recuperar una posición de valor.
VÉ: Claro, por eso es tan admirable que una editorial como Creotz apueste por que el libro sea hermoso, cuidado y que sea apreciado en sí mismo.
TZ: Yo creo que es hacia donde vamos en este tipo de libros ilustrados: el libro objeto de belleza, el libro artesano, delicado, el libro para regalo. Y en eso estamos.
»Después, en tercer lugar, aparte de los libros míos de «Colección Violeta», aparte de «Hilo de Cometa», que es esta colección de autores muy buenos e ilustradores muy buenos; aparte de eso, hay una tercera pata que empezamos a desarrollar, que es una colección que se llama «Velda Autoras», donde de momento hay dos libros: el primero, el de Mar Nieto, «Lucas», del que hizo una canción Luz Casal. Cayó en sus manos este libro y le conmovió, y quiso hacer una canción. De hecho, no se ha dicho, pero el estribillo, «Lucas se ha vuelto canción y su memoria un poema», es nuestro, está en la sinopsis de la contraportada. Y esa es una historia de una autora viguesa, profesora, que perdió a su hijo hace veinte años, cuando el niño tenía seis. Y entonces ella hace un poema en narrativa, en memoria de su hijo, y es un libro muy conmovedor, sencillo pero muy bonito, y yo creo que tiene un valor la historia.
»Y luego está el gran orgullo, la niña de mis ojos, que es la autobiografía de Jella Lepman, que luego te contaré un poco cómo es esta historia. Pero yo creo que al menos sobre Creotz y la poesía ya te he hablado, ¿no?
VÉ: Sí, de Jella Lepman hablaremos en la segunda parte de esta entrevista, que publicaremos próximamente. Gracias por este buen momento y te deseamos lo mejor, Teresa.