El Casco Vello de Vigo se vistió de poesía y nostalgia para recordar a uno de sus hijos más ilustres: el poeta oral Carlos Oroza. La asociación Évame Oroza, dedicada a preservar y difundir su legado, organizó un emotivo roteiro por los lugares que marcaron la última etapa de su vida.
Bajo un cielo radiante y con un ambiente cargado de expectación, el recorrido dio comienzo en la calle Londres, donde se encontraba la cafetería «Detrás do Marco», uno de los rincones favoritos del poeta. Allí, Xabier Romero, presidente de la asociación, tomó la palabra para dar la bienvenida a los participantes y enmarcar la importancia de este homenaje: «Mayo es un mes muy especial para nosotros, ya que se conmemora el aniversario del nacimiento de Carlos. Y qué mejor manera de celebrarlo que recorriendo los lugares que tanto inspiraron su obra«.
La marcha continuó por la calle Príncipe hasta llegar a la travesía Carlos Oroza, donde se hizo una parada para recordar la reivindicar la instalación de una estatua de bronce del poeta a través de suscripción popular. La idea, según Romero, es convertir este espacio en un punto de encuentro para que otros poetas puedan recitar sus versos de forma espontánea, honrando así el espíritu libre y creativo de Oroza.
El siguiente alto en el camino fue la escalinata de San Julián, en la calle Elduayen. Un lugar que, como bien describió Franchesca d’A Silva, se convertía en la «ventana de Carlos Oroza«, un mirador desde el que observaba y absorbía la vida que latía en la parte vieja de la ciudad y “en America, porque detrás del Morrazo es lo que hay!”. Un punto de inspiración que sin duda se refleja en su obra, repleta de imágenes y sensaciones de la ciudad.
El roteiro continuó hacia el Paseo de Alfonso, uno de los lugares predilectos de Oroza, a quien, como señaló Xabier Romero, «le encantaba este espacio por ser una de las pocas zonas libres que conservaba la ciudad«. Desde allí, los participantes se dirigieron a la Editorial Elvira, donde se publicaron la mayoría de los textos del poeta. Un lugar emblemático en el que pudieron disfrutar de una selección de su obra y conocer de primera mano la estrecha relación que Oroza tenía con el mundo editorial.
La última parada de este viaje sentimental fue la sede de la asociación Évame Oroza, donde se puso el broche final al roteiro con la lectura del poema «Prohibido el Paso» a cargo de María Lado. Un emotivo cierre que sirvió para recordar la vigencia y la fuerza de la palabra de Carlos Oroza, un poeta que sigue vivo en el corazón de Vigo.
El roteiro por el Casco Vello de Vigo en memoria de Carlos Oroza fue un éxito rotundo. Una iniciativa que no solo sirvió para recordar la figura de este poeta irrepetible, sino también para poner en valor la riqueza cultural e histórica de este barrio vigués.
Los participantes en el roteiro destacaron la emotividad y el simbolismo de la experiencia. «Ha sido un viaje en el tiempo que me ha permitido conocer mejor a Carlos Oroza y su relación con la ciudad«, comentaba una de las asistentes. «Es una iniciativa preciosa para mantener vivo su legado y para que las nuevas generaciones conozcan su obra«, añadía otro participante.
Carlos Oroza fue un poeta único, un artista que supo plasmar en sus versos la esencia de Vigo y de las gentes que lo habitan. Su obra, cargada de sensibilidad y compromiso social a pesar de etiquetase a si mismo como apolítico, sigue siendo una referencia obligada para los amantes de la poesía. La asociación Évame Oroza, con iniciativas como este roteiro, se encarga de que su legado siga perviviendo y de que su voz siga resonando en las calles de la ciudad que tanto amó.