Son apenas 56 segundos. Menos de un minuto en el que Andrés Suárez, cantante ferrolano que tendría que haber actuado la noche de este viernes en su primer concierto en Vigo, se convierte un en ejemplo para toda España. Porque su (no) concierto, el tercero de la segunda edición del Festival Terraceo, sirvió para demostrar cómo (no) se deben hacer las cosas en una situación de crisis sanitaria como la actual.
«Vigo. Familia. Llevo más de 20 años dedicándome a esto y es la primera vez que me pasa (aplausos). Por favor, estoy muy emocionado, no voy a dar un concierto si no se cumplen las medidas. Lo siento. No voy a dar el concierto, lo siento en el alma. Solamente salí para pedir perdón, para decir en nombre de mi equipo, de mis músicos, que no somos responsables de este cambio. Quería dar el concierto aquí (en referencia a la zona interior del auditorio) para no cancelarlo (por las previsiones de lluvia en la terraza), pero si hay una sola persona insegura, si no se cumplen las medidas, si hay gente todavía fuera, no se cumple el horario o no vamos a llegar… antes de poner a nadie en riesgo cancelo, soy hijo de sanitaria».
Sus palabras dieron la vuelta al país en apenas unos minutos. La respuesta fue unánime al entender que no se debe poner en peligro a nadie bajo ningún concepto y que el espectáculo tiene que tener todas las medidas necesarias. Probablemente en este año de pandemia se celebrasen multitud de eventos sin la seguridad necesaria, pero Andrés Suárez decidió decir «no» en su primer concierto este año en Vigo.
«Si no digo lo que pienso, no soy yo»
Y es que el ferrolano no es un cantante más. Su forma de entender la vida queda reflejada a la perfección en la entrevista concedida a la periodista viguesa Guada Guerra para VIGOÉ. «Cada día veo más esta mierda de tratar de agradar y quedar bien. Por parte de todo el mundo. Como estamos todos tan nerviosos, y pasa lo que pasa en Twitter, y en política… Pero es que no puedes, no puedes tratar de agradar a todo el mundo; al periodista, al de izquierdas, al de derechas, al nacionalista, a tu ex, y a tu pareja actual. No puedes. No vas a quedar bien con todo el mundo. Y a mí, con perdón, me la suda. Yo tengo un carácter y una personalidad, y si yo no digo lo que pienso, no soy yo», aseguraba hace solo dos semanas en nuestras páginas.
Entre sollozos
Entre sollozos, el cantautor suspendió una de las actuaciones que más esperaba. Regresaba al festival Terraceo, donde el pasado mes de julio ofreció su primer concierto tras el confinamiento. Pero la meteorología no se puso de su parte y a partir de ahí todo se torció.
Y es que ante la amenaza de la lluvia, la organización decidió trasladar el evento al escenario interior, con capacidad de sobra para acoger a los 500 espectadores que estaban previstos en el exterior. De hecho en la primera edición del festival, en 2020, se produjo la misma situación y Carlos Sadness acabó tocando dentro sin mayores inconvenientes.
Distribución del público
Esta vez los problemas comenzaron con la distribución del público. Algunos de los asistentes relatan que las azafatas repartieron a los asistentes dejando una fila sin ocupar, de forma que no fue suficiente para dar cabida a todas las personas que esperaba fuera. Cuando se alcanzó la última hilera de butacas, la organización comenzó a colocar a más gente por delante sin espacios y las protestas fueron en aumento. Llegada de la Policía, bronca entre organizadores y equipo del artista, presiones para que saliese a tocar… hasta que Andrés Suárez dijo basta.
Minutos después de cancelar, mandaba un sentido mensaje a sus seguidores a través de las redes sociales. Se sentía triste, dolido, pero también engañado. Porque no encontró las condiciones que esperaba y porque vio multitud de irregularidades que tampoco quiso callar. Esta noche, 15 de mayo, Suárez debería ofrecer su segundo concierto en el Auditorio Mar de Vigo. Es más que probable que su música no suene esta noche, pero su voz valiente y ejemplar ya dio la vuelta a España la madrugada anterior.