El público estaba tan ansioso de encontrarse con Lola Índigo en el parque de Castrelos de Vigo que entrenó la garganta para su gran ovación cuando salió el alcalde. No se vivió una antesala tan fervorosa ni con Sting, el fenómeno fan que desencadena entre los adolescentes se hizo notar en los gritos cuando se pronunció su nombre. Las cámaras y los carteles estaban alzados 5 minutos antes de que saliera al escenario. Bendita lozanía, benditos bíceps.
Cuando se iluminó el escenario, mas gritos. Los más jóvenes saltaron a la cintura de sus padres para ver mejor, los abrazaban con fuerza. Los zarandeaban con fuerza.
Mimi, Lola, enfundada en un impresionante conjunto Índigo posa imponente sobre una estructura piramidal rodeada en espiral por 6 bailarinas. Una diva urbana poseyó el escenario entre efectos de luces, humo y el bullicio adolescente que la alababa. Rebosaba el talento de una artista consagrada.
Lola Índigo mata a Lola Índigo
La estrella del pop es una avezada bailarina desde los 5 años, por eso las influencias de la danza articulan su apasionada puesta en escena. Abrió con ‘La niña de la escuela‘. La reacción del público evidenció el acierto.
Lola Índigo cambió los tonos rosas por los azules, reivindica, canta en la lengua de la calle y clama consignas sociales en clave de un pop deshilachado en un amalgama de estilos sorprendente: desde el trap al flamenco, la eletrónica, el dembow y los ritmos arabescos. Folclore y reguetón popeados, denuncia social envuelta en una coreografía sensual, lenguaje popular al son de ritmos sofisticados.
En el escenario de Castrelos Lola Índigo se rebeló contra Lola Índigo mostrando una imagen de sí misma más adulta, acorde a su nueva imagen, en la que cambia los tonos rosas por los azules. En su nuevo trabajo, An1mal, dominan el futurismo, los neones y los tonos metalizados. Una declaración de intenciones.
«Buenas noches, Vigo ¿Cómo estamos? Quiero pedir un aplauso para ese pedazo de alcalde, gracias a él estamos aquí. Un sol de persona. También os voy a pedir que bailéis y cantéis». Sus seguidores le hicieron caso. Absolutamente. Todo el tiempo
Antes de que sonaran los acordes de la segunda canción la artista comenzó a tararerla y fueron sus excitadísimos seguidores quienes la cantaron: era ‘Toy Story‘.
Con ‘Killa‘ desplegó sensualidad y rebeldía con una coreografía vertiginosa y casi acrobática, el público se viene arriba cuando se besa con la bailarina en pleno espectáculo para reivindicar el derecho (y la obligación) de amar libremente.
Las bengalas dan paso a la canción que da nombre a la gira ‘La niña’, con un introito flamenco que, como todo su repertorio, madura con ritmos fusión. Suena Trendy. Todos bailan excitados.
La confesión de Lola Índigo en Vigo
Después de uno de sus temas más frescos Lola Índigo se puso seria y desnudó a Miriam Doblas: «La dedico esta canción a toda esa gente que está sola, fuera de lugar aunque esté rodeada de gente. Os animo que si vivís sin poder despegaros de una pantalla y no sois capaces de levantaros de la cama pidáis ayuda, si os ha pasado esto que me ha pasado a mí, acudáis a alguien porque la vida es muy cortita como para no levantarse con ganas de comerse el mundo».
Todos los adolescentes que escucharon y asistieron esa representación en Vigo de ‘La llorera’ crecerán sabiendo que hasta las grandes divas conocen el infierno de los derrotados, que detrás de las bengalas y el artificio se esconde una realidad debajo de las sábanas. Lola Índigo se va de Vigo dejando en la ciudad una lección magistral de vida.