Los fans que llegadas las 22.00 horas llenen el parque de Castrelos estarán esperando deseosos el primer –¿cómo están los máquinas?- de la noche, que seguro, no será el último. Es la frase que este año le catapultó, aún más, a la cúpula del éxito del pop en español. “Hice lo que hice toda mi vida. Saludar a mi gente pero antes de la foto, yo quería saber cómo estaban. Ha sido una frase que probablemente haya dicho toda mi vida, desde que salía de la escuela”, señalaba hace tan solo unos días.
David Bisbal no necesita presentaciones. Lo conocen aquí y allá. Los programas de televisión han hecho el resto antes de que este año comenzara su gira presentando su último disco, ‘Me siento vivo’, con temas como ‘Ajedrez’, ‘Ay, Ay, Ay’, ‘Se nos rompió el amor’ o ‘Tú me delatas’, con los que el artista cumple 20 años en la música. Hace pocas horas que el cantante manifestaba su deseo de llegar a Castrelos. “Qué ganas de este fin de semana en Vigo”,, apuntaba.
Pero habrá tiempo para mucho más, porque si hay algo que le gusta al almeriense es el directo. Y sus clásicos sonarán en Castrelos, no ya porque el público lo esté esperando, sino porque le permite mantener ese vínculo con los fans. No faltarán ‘Dígale’, ‘Mi princesa’ o ‘Bulería’. Los asistentes podrán ver una producción de vanguardia al más alto nivel técnico que contará con un increíble escenario con varias pantallas multimedia y suelo audiovisual donde el artista cantará y bailará jugando con los diferentes efectos. Toda una experiencia que el público olívico podrá vivir durante la hora y media que durará este renovado show.
La venta de entradas para el concierto ha sido un auténtico furor que ha provocado que se realizara en tres tandas. Largas colas para hacerse por una localidad. A su término, Vitrasa pondrá un servicio especial de autobús para regresar a casa en transporte público. El recorrido pasará por los principales puntos del centro urbano de Vigo.
De cara a esta nueva cita musical en el parque vigués, el Concello de Vigo ha pedido que el público acuda “con bastante antelación”, ya que “si llegan las 5.000 personas cinco o diez minutos antes, no es posible que entren a tiempo”, en palabras del alcalde, Abel Caballero.