Confirmado para alivio de sus miles de seguidores que la banda californiana Guns N’ Roses estará el próximo lunes sobre el escenario que actualmente se está montando en el estadio municipal de Balaídos, ya es posible adelantar con un muy alto grado de probabilidad cómo piensan Axl Rose, Slash y compañía devolverles en forma de irrepetibles canciones de alto voltaje lo que han pagado por sus entradas.
De la gira en la que está inmersa Guns N’ Roses y de la que Vigo es una de sus paradas se han celebrado hasta el momento dos conciertos: el de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, en el Etihad Arena, el pasado día 1 de junio; y el de Tel Aviv, capital de Israel, que tuvo lugar este lunes en Hayarkon Park.
No fueron dos conciertos exactamente iguales, porque en el de Abu Dhabi tocaron 32 temas, seis más que en el de Israel, pero de las ‘play list’ o repertorios que han interpretado en ambos conciertos se puede deducir qué temas tocarán en Vigo, toda vez que no suelen ser las bandas muy propicias a cambios drásticos cuando están de gira, las cuales emprenden con los instrumentos bien engrasados y las canciones perfectamente trilladas.
Ambos conciertos los abrieron y cerraron Guns N’ Roses con dos himnos extraídos de ‘Appetite For Destruction’, primer LP de la banda californiana, lanzado en 1987 y que los catapultó al estrellato internacional: ‘It´s So Easy’, canción que dio inicio al repertorio en ambos casos, y ‘Paradise City’, que sirvió para cerrar los dos bolos.
Se repitieron también clásicos como ‘One Obsession’, que recuperaron en directo por primera vez desde 1993, ‘Chinese Democracy’ o ‘Pretty Tied Up’, canción escrita por Izzy Stradlin e incluida en el álbum ‘Use Your Ilusion II’ (1991).
Por supuesto, Guns N´Roses no privó a sus fans de sus temas más universales, esos que todo el mundo ha escuchado decenas de veces en emisoras de radio, supermercados, bares y hasta en los hilos musicales de los grandes almacenes; canciones como ‘Welcome To The Jungle’ (1987), ‘You Could Be Mine’ (1991), ‘Sweet Chill O´Mine’ (1987) , ‘November Rain’ (1991) o ‘Mr. Brownstone’ (1987)
Y han dejado espacio para las interpretaciones de canciones de otros artistas, como ‘Slither’, versión de la banda estadounidense de hard rock Velvet Revolver, ‘T.V. Eye’, una de las canciones que hizo grande a Iggy Pop al frente de The Stogges, el riff de Jimi Hendrix en Voodoo Child y, por supuesto, ‘Knockin´ On Heaven´s Door’, canción de Bob Dylan incluida en la banda sonora de ‘Pat Garret y Billy the Kid’, pelicula de Sam Peckinpah en la que Dylan tiene un papel destacado.
Así las cosas, la play list de Guns N’ Roses en Vigo será algo muy parecido si no idéntico a la que sigue:
Play List
- It´So Easy
- Bad Obsession
- Chinese Democracy
- Slither
- Pretty Tied Up
- Hard Skool
- Mr. Brownstone
- Anyting Goes
- Estranged
- Double Talkin´Jive
- Absurd
- You Could Be Mine
- Down On The Farm
- Rocket Queen
- T.V. Eye
- Anything Goes
- Civil War
- Live And Let Die
- Slash Solo
- Sweet Chill O´Mine
- November Rain
- Knockin´ On Heaven´s Door
- Wichit A Lineman
- Nightrain
- Patience
- Paradise City
Gran expectación
Vendidas más de 25.000 localidades, y aunque todavía quedan algunas disponibles, se espera en Vigo uno de esos conciertos que quedarán durante generaciones grabados en la memoria colectiva de la ciudad, como sucedió con los que ofrecieron Madonna en 1990, Dire Straits en 1992 o The Rolling Stones en 1998; y más recientemente, el verano pasado, Muse.
Atrás quedará la in certidumbre que rodeó durante el último fin de semana la celebración del concierto, cuando trascendió que la licitación -que ascendía a 1,9 millones de euros- quedaba desierta, cuestión que queda aparcada de momento pero que con probabilidad dará todavía qué hablar en la ciudad, toda vez que la productora prevé pérdidas millonarias y que se plantea tomar decisiones una vez Guns N’ Roses abandonen la ciudad.
Cuestiones estas que no afectarán al disfrute que promete la promotora a los seguidores de la banda californiana, que con cuarenta años de carrera a sus espaldas siguen llenando estadios de entusiastas multitudes dispuestas a corear con ellos canciones que son ya himnos generacionales.