Anoche, Vigo encontró una nueva resonancia en el Parque Castrelos, donde las luces danzantes y los latidos electrónicos se fusionaron en un evento musical sin precedentes. Con el anuncio del desembarco de Dreambeach en Vigo, se desató la locura en la ciudad: seguidores del francés David Guetta pasaron noches, sí, en plural, para conseguir una entrada que le diera acceso a la platea o, los menos afortunados, esperaban hasta 10 horas en las gradas del Auditorio olívico bajo un sol de justicia para asistir a las sesiones de algunos de los DJ más reconocidos de Europa.
Dreambech Festival
Como hemos dicho, las gradas del Parque de Castrelos fueron invadidas por una marea de almas sedientas de música electrónica. Este fenómeno se atribuye a la habilidad única de David Guetta para unir a las personas a través de los ritmos que generan latidos compartidos. Unos latidos que trascienden las fronteras, ya que entre la multitud podíamos encontrar diversas banderas y nacionalidades, pero con un objetivo común: dejarse llevar por las propuestas electrónicas de Dreambeach (Villaricos, tal y como rezaban las pantallas del escenario).
Groove Amigos
La emoción en el aire era palpable cuando los primeros acordes resonaron en el escenario. Los encargados de encender la mecha fueron el dúo gallego formado por Pau D’Afonso y André Vázquez, es decir, Groove Amigos, quienes han roto fronteras y pinchado en los mayores festivales, no solo de la comunidad, como Son do Camiño, sino que han llevado sus ritmos desde Arenal Sound hasta China o Sudamérica. Groove Amigos demostraron que el talento vigués tiene un lugar sólido en este evento global y arrancaron los primeros bailes a los asistentes.
Francisco Allendes
En ese contexto de comunión entre el público y los DJ, el chileno Francisco Allendes se hizo dueño de la cabina. En el vertiginoso universo de la música electrónica, encontrar un camino hacia el éxito no es tarea sencilla. Sin embargo, el chileno Francisco Allendes logró no solo abrirse paso, sino también escalar las alturas de la industria a través de su dedicación y pasión inquebrantables. Con el tiempo, se ha convertido en un nombre reverenciado en la escena internacional, dejando una marca imborrable en cada nota que emana de sus habilidosas manos.
Pulso electrónico
Allende se ha ganado el título de ser uno de los grandes exponentes del tech house, un género que abraza y fusiona lo electrónico con lo melódico. Su contribución no solo radica en la música en sí, sino en cómo la interpreta y la convierte en un relato emocional que resuena en los corazones de sus seguidores.
Su sesión insufló a una audiencia sedienta de emociones una inusitada energía y pasión, creando un vínculo más allá de las pistas de baile. Cada pulso electrónico que genera es una invitación para los oyentes a sumergirse en su mundo sonoro, uno donde la magia de la música encuentra su expresión más pura.
A la espera de Guetta
Mientras Vigo esperaba la actuación de David Guetta (llegó a Peinador minutos después de las 22:00 horas y a las 23:30 todavía no había salido al escenario), Allendes se unía a una noche festivalera para inscribir su propio capítulo en la narrativa musical de la ciudad. Con cada nota, con cada beat, el chileno nos recordó que la pasión y el amor por la música pueden llevarnos a lugares inimaginables, estableciendo conexiones emocionales que trascienden el tiempo y el espacio.
A medida que la noche avanzaba, la magia que solo la música puede crear estaba en pleno apogeo. El público, que abarrotaba cada rincón disponible del parque, fue testigo de un fenómeno artístico que trasciende el simple entretenimiento y se convierte en una experiencia casi espiritual.
Nic Fanciulli
Nic Fanciulli se alza como un testimonio inspirador de determinación y pasión. Conocido como uno de los talentos emergentes más prometedores del Reino Unido, Fanciulli trazó su camino desde los rincones locales hasta los escenarios internacionales, tejiendo su destino con notas electrónicas y ritmos vibrantes.
Su estilo ecléctico, que se aventuraba a través de los diversos niveles del house, desde ritmos de deep-techno hasta líneas ácidas y bases oscuras, le brindó el respeto y admiración entre una amplia gama de DJs. Su habilidad para tejer narrativas sonoras cautivadoras resonó en el Auditorio de Castrelos, haciendo olvidar durante unos instantes la inminente presencia de David Guetta, que debido a la sesión de Fanciulli pasó a ser la guinda del pastel y no el plato principal.
Ausencia de apoyo visual
Nos ha resultado llamativa la ausencia completa de apoyo visual en las presentaciones de Groove Amigos, Francisco Allende y Nic Fanciulli. Resulta curioso que no se haya empleado ni siquiera una mínima iluminación, dejando las pantallas del escenario sumidas en la oscuridad más allá del logo del festival almeriense. Únicamente las pantallas laterales se destinaron a proyectar imágenes de un público entregado al baile.
Dreambeach Villaricos arribó a Vigo, con la aspiración de transformarse en una experiencia que trascienda la noción convencional de un mero concierto. Su objetivo primordial radica en forjar una sólida comunidad entre los entusiastas de la música electrónica y la propia urbe. ¿Podría esto marcar el inicio de una nueva era para Dreambeach en Vigo?