Sylvia Superstar caminaba despampanante y decidida sobre el escenario. Sonreía erguida y encorsetada en un breve y sofisticado modelo bañado en plata con reminiscencias galácticas. Brillaba, como nunca, como siempre. Se hizo poderosa sobre la tarima, donde su desparpajo y talento la convierten en universo.
Pocos imaginaban que ese astro exultante de energía, capaz de absorber la admiración de los allí presentes, pudiera estar nerviosa. Lo estaba. Mucho. Así lo confesó a VigoÉ en cuanto se bajó del escenario. Era la primera vez que actuaba tras la pandemia y se encontraba ajena, pero todo artista es consciente de que para convertirse en universo debe aprender primero a ser glaciar.
Geyperman, sin embargo, se sintió seguro y pletórico, sobre todo cuando comprobó la afluencia de personas y palpó su entusiasmo. A Billy King lo emocionó distinguir la sonrisa de la “familia” que ha creado en la noche viguesa. Nadie quiso perder esa cita. Los conciertos al aire libre son uno de los puntos más atractivos de Vialia en Vigo, además de ser una de sus apuestas más ambiciosas.
Las hasta ahora irreductibles Killler Barbies presentaron a David, el nuevo componente cuyas falanges se deslizarán sobre el blanco y negro del teclado para enriquecer los éxitos de la banda viguesa.
El público comenzó a llegar una hora antes y, mientras los nostálgicos ocupaban las primeras filas, las nuevas generaciones demostraban que los mimbres de la movida son transgeneracionales y siguen dejando poso. Jaime, de 28 años, se identifica con esa emoción, por eso no dudó en acudir a los sonidos que lo acompañaron durante su infancia y adolescencia. Killer Barbies sigue siendo uno de sus grupos de cabecera y así lo demostró en Vialia.
Un preludio perfecto para un espectáculo histórico
A las 19:30 una de las figuras más representativas de la noche de Churruca subió a la mesa de mezclas. Como no podía ser de otra manera quien comenzó a pinchar era Pepe, «Meteoro», que a sus 60 años se ha convertido en un icono de la noche viguesa. Juez y parte de una movida que recuerda con nostalgia. Cuando hace referencia a ella, su mirada vivaz y expresiva parece llenarse de verbos.
Es Dj de la sala Mogambo desde hace más de 30 años. Su antigüedad es casi la misma que la de la propia sala y su trayectoria vital lo convierte en uno de los testigos más interesantes de una época irrepetible, a la vez que en un engranaje del propio movimiento cultural. Discreto y armado con su clásica media sonrisa, sigue haciéndolo feliz adivinar las pistas capaces de convertir un local de ocio en una leyenda.
A las 20h el primer referente desapareció. Lo hizo a su manera, sin hacer ruido. Se sentó junto a la «familia» de Mogambo y de La Iguana, locales supervivientes de la denominada movida viguesa y que todavía consiguen transmitir su esencia original. Gracias, en parte, al criterio e implicación de Billy King, quien, entre otras proezas, consiguió reunir en su escenario a bandas de la talla de Green Day, Offspring, M-Clan, Los Planetas, Blink 182 e incluso Charles Sexton, guitarrista habitual de Bob Dylan.
Pepe dio paso a la banda desde un discreto segundo plano, atento al renacer del espectáculo tras los crudos embistes de incertidumbre con el que la pandemia de coronavirus azotó a la banda.
Sobre el silencio del DJ, la olívica murmura que es precisamente el que más atención requiere. Romperlo es uno de los retos clave para delinear las aristas de una época cubierta de claroscuros, pero que sin duda es uno de los episodios más interesantes y vivos de la historia de Vigo.
Killer Barbies sorprende a Vigo con una revelación inédita
La banda abrió con los temas de su último trabajo: una apuesta arriesgada, pero una declaración de amor a su ciudad. “Después de un año y medio sin tocar esta fue la presentación oficial de nuestro nuevo trabajo y estamos orgullosos de haberla hecho en nuestra ciudad. En Vigo», reconoció Sylvia a VigoÉ según se bajó del escenario.
Ocupaban las primeras filas de asientos los seguidores de edad más avanzada, en ocasiones incapaces de contener la euforia de reencontrarse con sus referentes sobre el escenario. Su única queja: estar atados a una silla. Reconocían, a pesar de todo, que preferían acudir sentados a no tener la oportunidad de verlos.
Eso sí, a medida que avanzaba el concierto no todos fueron capaces de medir sus impulsos y acabaron liberándose del miedo a las repercusiones: hubo quien se atrevió a levantarse, cantar y bailar. El público respondía con euforia y entusiasmo a la entrega de los componentes del grupo, que volcaron toda su energía a sus seguidores. Entre las hileras de sillas halagaron su rompedora puesta en escena.
¿Os acordáis del Xabarín?
Si parecía imposible agitar todavía más al público, Sylvia enunció una pregunta capaz de remover las entrañas de cualquier gallego: «¿Os acordáis del Xabarín?». La revolución televisiva infantil desde la década de 1990 incluía un ambicioso proyecto musical. Los miembros más destacados del panorama vigués integraron sus canciones al espacio y tal fue su éxito que lanzaron discos recopilatorios con sus icónicos hits.
“A cantar con Xabarín” se convirtió en la banda sonora de tantos jóvenes y no tan jóvenes: «Non todo é o que parece», de Aerolíneas Federales, el grupo donde Sylvia Superstar debutó como cantante con 16 años batió récords y visibilizó no sólo al irreverente tema como a su jovencísima intérprete. Su siguiente proyecto, Killer Barbies, lo tuvo todo para triunfar. Y lo hizo. Dentro y fuera de nuestras fronteras.
“Nesta ocasión”, confiesa Geyperman: “Sinto algo moi especial: voltamos a casa a facer o que nos gusta». “Nin houbo confinamiento nin pandemia capaz de derribar o noso entusiasmo: «O grupo vai ser eterno». Sylvia Superstar avanza incontenible: “En Vigo tengo mis raíces, tengo mi grupo y pronto presentaremos en condiciones el nuevo disco”