El músico británico James Rhodes actuará en Vigo el próximo 7 de mayo, pero este fin de semana ya ha pasado por Ferrol, «la última ciudad de Galicia» que le quedaba por conocer. El artista ha querido aprovechar al máximo su estancia en esta comunidad, con un mensaje a favor de la protección de la infancia, de la que considera que España va camino de ser un buen ejemplo.
Llegó este viernes, con más de 24 horas de antelación ante un concierto que ha tenido que esperar dos años para celebrarse, y ha compartido en redes sociales un buen puñado de imágenes de su recorrido. Desde el restaurante en el que le sirvieron unas «patatas bravas para morir» a sus paseos por el puerto o el casco histórico de A Magdalena.
El pianista británico inicia esta entrevista con Efe con un «bo día» ilustrativo de su amor por la lengua gallega, que ha empleado sin errores ortográficos en sus publicaciones. El recital del Auditorio de Ferrol se aplazó en varias ocasiones desde 2020 por la pandemia de la covid-19 y el músico reconoce que ha sido «una espera enorme», pero «por fin, aquí estamos».
Cuatro años en España
Confiesa que es su «primera vez en Ferrol, qué locura; estoy como un niño con zapatos nuevos», admite. Rhodes es un español más porque el país le recibió hace algo más de cuatro años con «los brazos y los corazones» abiertos tras «toda mi vida en Londres». Señala que la capital del Reino Unido «para un fin de semana está perfecta», pero asiste a una España que es una «Disneylandia» porque confiesa que siempre descubre algo nuevo.
Destaca que hay «movidas en el Congreso, en la prensa, económicamente; en todos los países del mundo hay movidas, pero aquí hay algo espiritual». «Lo más importante es el ritmo de la vida, es inspirador; siento por primera vez en mi vida que tengo un hogar», afirma el músico. Sin que sea preciso preguntarle al respecto, hace mención a su activismo para que España se dotase de una ley integral de protección a la infancia.
Desembarcó «con cuatro palabras de castellano y tres maletas», y ahora «tengo «pasaporte español y estoy recién casado», y ha pasado a involucrarse en una cuestión sensible que le causó problemas. Rhodes cómo se enfrentó a «los haters y la derecha» y sostiene que fue «ingenuo» porque pensó que solamente se le cuestionaría «cómo podemos ayudar».
Condición de foráneo
Superado el desafío, ensalza que se ha conseguido «la ley y no hay amenazas de muerte ni Vox quiere deportarme. Estoy mucho más tranquilo». Ahora está «enfocado primero en mi mujer y luego en mi piano», pero insiste en que en aquel reto ayudó su condición de foráneo.
«Era una necesidad tener a un extranjero para poner un poco de luz en este tema, a veces necesitamos a alguien de fuera», apostilla el pianista. Eso sí, considera «triste que haya que luchar con tantas fuerzas para conseguir una ley tan básica» y afirma que «la ONU dice que España es número uno en protección infantil», un punto de vista que dice compartir.
En el auditorio de Ferrol, su concierto se centrará en la música, del célebre y genial compositor alemán Ludwig van Beethoven, del que en diciembre pasado se celebró el 250 aniversario de sus nacimiento, y del también germano Johannes Brahms.
Piezas inmortales
Rhodes resalta que ha elegido «piezas inmortales en esta época tan frenética» para poder «irnos a escapar una hora y media» de la actualidad: «Cierras los ojos y no hay políticos, prensa, publicidad o redes». Será «una oportunidad para recargar un poquito, nunca ha sido tan importante», mediante un breve «contexto desde el escenario» antes de cada interpretación.
«Luego apagamos las luces y cada persona tiene su propia película en la cabeza con esta banda sonora; es un momento muy íntimo, no hay reglas», concluye el pianista británico.