Tanxugueiras, el archiconocido trío de pandereteiras formado por las hermanas Olaia y Sabela Maneiro y Aída Tarrío utilizan sus instrumentos como espadas en el campo de batalla que son sus composiciones.
Su causa es la nuestra, su causa es Galicia. Llevan más de un año denunciando más allá de nuestras fronteras la realidad del rural y las necesidades de una tierra a la que pocos escuchan. Sus acordes, además, riegan estadios enteros con nuestra cultura, una riqueza que cautivó a una de las artistas actuales más reconocidas a nivel nacional: Rozalén, que no dudó en sumar su voz, cantar a Galicia y aludir a un dolor que escuece en muchos de sus rincones. Ese dolor es especialmente agudo en Vigo.
En su nuevo álbum destaca una emotiva canción en gallego, ‘A Virxe do Portovello‘ en el que junto a Tanxugueiras, canta y homenajea a la melancólica Galicia, cuya bella en su genuina orografía baña a sus habitantes en lágrimas y en pérdidas. La de Albacete no dudó en dedicar unas sentidas palabras a sus compañeras: «Que todo el mundo sepa del inmenso talento, trabajo, los valores y la generosidad de estas Meigas».
‘A Virxe do Portovello‘ suena a lamento y a corazón partido. Escucharla recuerda a una Aída Tarrío rota de la emoción ante los vigueses en el auditorio al aire libre del parque de Castrelos.
La composición homenajea a Galicia pero cuenta una historia que supone una hemorragia inagotable en las familias de Vigo, la conocen todos aquellos que han perdido en el mar a sus seres queridos. Quienes han dicho un hasta luego que resultó ser un adiós.
Letra de ‘A Virxe do Portovello’
Eu canto para olvidare,
eu canto para olvidare
as penas que levo dentro,
para así non me matare.
A virxe do Portovello
ten a cara para o mar.
Para ve-los mariñeiros
cuando veñen de pescar.
Polo mar abaixo vai o meu amor
Polo mar abaixo vai o meu ben.
Polo mar abaixo vai unha barquiña
moi achegadiña á vía do tren.
A virxe do Portovello
non deixa mais de chorar.
Chora por aquela xente
que deixa a vida no mar.
Polo mar abaixo vai o meu amor
Polo mar abaixo vai o meu ben.
Polo mar abaixo vai unha barquiña
moi achegadiña á vía do tren.