La búsqueda de igualdad de oportunidades para niños de hasta 20 nacionalidades diferentes ha sido la motivación que ha llevado a una serie de profesionales del CEIP Vicente Risco de Vigo a lanzar la orquesta infantil Son das Flores, que en la actualidad trata de encontrar financiación a través de una campaña de fondos para continuar con su actividad.
Tal y como han explicado sus impulsores, a través de la creación de este grupo musical en horario extraescolar, el objetivo era ofrecer a los más pequeños un espacio de ocio “saludable y gratuito” en el Barrio de las Flores de Teis, en Vigo, “tradicionalmente desfavorecido”.
Su creadora, Sandra Fernández, ha puesto en valor la importancia de este proyecto, que comenzó el curso pasado como una actividad optativa para intentar que los niños del colegio pudiesen tener acceso a ocio después de las horas lectivas, debido a que muchos de ellos, por la situación económica de sus familias, no podían.
En declaraciones a Europa Press, Fernández ha destacado que la orquesta tuvo desde el primer momento una gran acogida, ya que más del 50% de los alumnos de Primaria (entre 6 y 12 años) del colegio se anotaron a la misma. Así, unos 43 infantes dieron comienzo a Son das Flores.
“Al principio no teníamos instrumentos, por lo que hicimos un taller con padres y alumnos para fabricar nuestros propios instrumentos de cartón”, ha relatado la profesora, asegurando que esta primera actividad ya sirvió para pasar ratos agradables entre padres y niños, además de que permitió a las familias conocerse y crear amistades, porque muchas de ellas son emigrantes y no conocían gente en la ciudad.
A partir de ahí, comenzaron los ensayos, por lo que se pudo llevar a cabo un concierto con estos instrumentos y, después, gracias a la colaboración privada, consiguieron una veintena de violines, violas, violoncelos y contrabajos, con los que comenzar a practicar.
“Romper el círculo de exclusión social”
“Esto ayudó a que los niños valorasen más los instrumentos, ya que saben lo que ha costado conseguirlos”, ha añadido, recordando que todavía “hacen falta más”, por lo que ha solicitado ayuda de instituciones públicas y privadas a través del crowdfunding.
Para ella, no se trata solo de una actividad musical, sino también social y educativa, que permite a los niños disponer de ocio, aprendizaje y cultura. Además, ha puesto en valor que esta orquesta los ayudará a poder avanzar y “romper el círculo de exclusión social” en el que muchos de ellos están, al permitirles desarrollar hábitos de estudio, atención y concentración que “repercutirá en su rendimiento académico”.
Sandra Fernández ha agradecido la colaboración de los profesores implicados en esta iniciativa, que de forma desinteresada han permitido crear la orquesta en el colegio y ayudar a los niños que más lo necesitan.
Campaña de fondos
Por todo ello, ha pedido colaboración a la ciudadanía y a las entidades públicas y privadas para poder continuar con la iniciativa a través de una campaña de fondos llevada a cabo para la compra de instrumentos y el pago a profesores externos que dan clase de los niños.
Fernández ha explicado que en un primer momento era ella, con sus conocimientos de música, la que comenzó enseñando a los chavales. Más tarde, se sumaron más profesores y ahora, gracias a aportaciones privadas, se ha podido contratar a profesores porque “la intención es que estos niños tengan acceso a una educación de calidad” como sí la tienen otros niños con familias con mejor situación económica.
Este curso, la orquesta continúa y se ha creado una segunda banda con los niños que han entrado nuevos. Así, una toca con instrumentos de cartón y los más experimentados ya utilizan instrumentos ‘reales’.