Coque Malla compartía en sus redes una imagen sobre el escenario del Auditorio Mar de Vigo poco antes del comenzar el concierto: «En una hora os canto canciones al oído….». Y vaya si cantó. Cantó, bailó, saltó, coreó y, sobre todo, hizo sentir a su público toda la música que han generado sus dedos, su voz y su alma desde que hace más de 50 años lo trajo a la Tierra otra artista para la que también tuvo un bonito recuerdo («La carta»).
Porque el madrileño volvió a ofrecer una demostración de cómo conectar con su gente. Da igual que falle el sonido, cambie la letra de sus canciones o le pongan un taburete poco adecuado, la potencia que ofrece su nuevo disco se convirtió en el nexo perfecto para realizar un recorrido por toda su carrera musical, desde los temas más sonoros de «Los Ronaldos» hasta su delicioso «Hombre en la tierra» o sus «himnos» cantados junto al vigués Iván Ferreiro.
Si el concierto que ofreció hace poco más de un año en el mismo lugar junto al «Cuarteto Irrepetible» fue una maravilla para los oídos, el de la noche del 13 de diciembre puso patas arribas el Auditorio Mar de Vigo. Coque tiene predilección por la ciudad, siempre lo reconoce, y no perdió la ocasión de demostrar que conserva la misma energía vital que hace 35 años cuando se subió al escenario de Castrelos. Rock, funk, soul… Malla madura como los buenos vinos y ahora mismo es un gran reserva.
Comenzó con dos temas de su nuevo album, «Revolución» y «Solo queda música», para obligar a que se levantasen los culos de los asientos. La noche prometía. Fueron más de horas de cañonazos musicales, con prácticamente todas las canciones del nuevo disco. «He pasado por muchas etapas, al acabar nuestra última gira decidicimos parar y sentí que había perdido siete años de vida, pero ahora, con estas canciones parece que he recuperado todo ese tiempo», confesó el artista.
Su apabullante «Berlín» dejó paso a «La carta», dedicado a su madre (la actriz Amparo Valle, fallecida en 2016) y sobre el que Malla reconoció no saber «en qué estaba pensando» cuando lo compuso. «El último hombre en la tierra» y «Todo el mundo arde» precedieron a las cariñosas palabras hacia el vigués Iván Ferreiro para presentar «Me dejó marchar», cuya actuación en el Teatro Alcalá se ha convertido en una de las interpretaciones más vistas de la historia de la música española.
También hubo tiempo para recordar a Jaime Urrutia (Gabinete Caligari) con «La sangre de tu tristeza» o para profundizar en su particular revolución con «El gran viaje a ninguna parte» y «El ángel caído». Todavía quedaba por llegar la bomba de la noche con una triple entrega de Los Ronaldos («Quiero que estemos pegados», «Guárdalo» y «Por las noches»). Con el anfiteatro totalmente entregado, Coque Malla se fue tras sonar «La señal».
Atróno el Mar de Vigo y regresó con sus tres temas de despedida: «El árbol», «Hasta el final» y «No puedo vivir sin ti», el mejor cierre para el concierto que más ha hecho temblar los cimientos del joven auditorio vigués. Un noche en la que brillaron Toni Brunet (guitarras), David Lads (teclados), Héctor Rojo (bajo) y Álex Riquelme (batería). Una noche en la que Coque Malla volvió a conectar con Vigo. Y no será la última.