Formados por ex miembros de Juniper Moon (banda alternativa en activo entre 1996 y 2004), Linda Guilala están llamando la atención con su nuevo disco “Psiconáutica”. Hablamos con Iván Juniper, porque nos parece que también deben ser profetas en su tierra. Porque nos parecen de lo más interesante del Vigo musical, una ciudad con un subsuelo vibrante que merece toda la atención.
Podemos comenzar hablando del título de vuestro nuevo disco: “Psiconáutica”; ¿una inmersión en la psique?
Bueno, había otras opciones para el titulo «Mantra de fantasmas y tormentas» o «Phobos». Finalmente «Psiconautica» era el más apropiado, por esto mismo que dices de la inmersión en la psique, para nosotros cada disco termina siendo un viaje, este mucho mas profundo que los demás.
Las letras son una parte importante del disco, a mí me han transmitido sensaciones de angustia, son abiertas pero comunican desazón y hasta cierto agobio del que no sabe cómo salir de ciertas encrucijadas.
Es curioso cómo alguna gente las adopta, interpreta y hace suyas, para nosotros ese es el mejor indicador de que estamos logrando hacer sentir cosas a la gente, que honestamente, creo que debe ser la misión de cualquier artista. No hace demasiados días una chica de México nos envió un mail diciéndonos que había decidido no escuchar más el disco porque la entristecía y agobiaba demasiado, ella había sacado algunas conclusiones sobre las letras bastante acertadas y me hizo sentir completamente desnudo.
Creo que vivimos en un mundo tan competitivo, tendente a la apariencia, a la “bienestancia”, que se está prohibiendo a la gente el derecho al sufrimiento y a poder expresarlo públicamente, las personas algunas veces necesitan hablar y exponer cosas tristes y desagradables y creo que en general la gente prefiere mirar hacia otro lado o ridiculizar determinados estados, básicamente como mecanismo de autodefensa. Por eso creo que cada vez que una persona decide quitarse la vida la sociedad entera ha fracasado y de modo directo o indirecto todos somos un poco responsables.
La única forma de salir de cada una de las encrucijadas que el disco te haga sentir es aceptarlas y desenredarlas una por una para poder entender que unas de llevan a las otras.
Se ha hablado de un disco temático sobre el consumo de drogas. Personalmente creo que no es el tema. El disco líricamente no “viaja en el motor de un autobús” ni es la “Prescripción perfecta”, su mensaje no es algo tan específico.
Me molesta y me hace gracia al mismo tiempo, creo que estas personas son las mismas que cuando ven a un toxicómano en la calle, piensan que es un vicioso asqueroso y que si está así es porque le da la real gana, o los que se mofan y alejan de gente con otro tipo de enfermedades y trastornos mentales desde la más absoluta ignorancia sin tener en cuenta todo el sufrimiento y dolor que hay detrás.
«Psiconáutica» no es un disco temático sobre el consumo de drogas, ese es un planteamiento simplista y superficial, en «Psiconauta» hay desde abusos sexuales a déficit de atención e hiperactividad, pasando por problemas de fobia social y otros miedos incapacitantes derivados de los trastornos de ansiedad. Y además de todo eso una personalidad obsesivo compulsiva luchando contra todos ellos.
Me veo un poco obligado a contar esto porque ya ha comenzado a afectar a nuestro entorno más cercano y aunque nunca hemos sido muy de dar explicaciones creo que esta vez son necesarias, así que en ese sentido quiero dejar bien claro que Eva y yo somos abstinentes de cualquier tipo de sustancia tóxica, tabaco y alcohol incluidas y desaconsejamos el uso de cualquiera de ellas en cualquier aspecto creativo o de la vida en general.
De todos modos es cierto que las letras son abiertas, en ocasiones casi abstractas.
Claro que sí, y es divertido ver a la gente sacar sus propias conclusiones y jugar con el significado de todo esto, el disco es para eso, no para dogmatizar a nadie. Me gusta mucho cuando alguien me da un punto de vista nuevo sobre uno de las canciones y me muero de vergüenza cuando alguien acierta de pleno y me siento completamente en pelotas.
Por otro lado, creo que “Psiconáutica” es un todo muy compacto, nada es azaroso: para empezar por los detalles, la galleta es negra, por anverso y reverso.
Sí, pero no, me explico: es como que unas cosas llevaron a las otras, cuando empezamos a hacer las canciones no teníamos en mente un largo, cuanto empezamos a vislumbrar el largo aparecieron los interludios e instrumentales y de ahí pasamos ya a todo el tema del arte del disco, todo fue fluido.
Nunca trabajamos con ninguna pretensión o idea preconcebida de sobre cómo tiene que ser el resultado final, simplemente nos dejamos llevar hacia un punto que nos guste y desde ese punto comenzamos siempre a caminar hacia otro que no sabemos muy bien dónde está ni cómo es.
Y la portada puede recordar a un efecto psicodélico pero también a conexiones neuronales.
Efectivamente lo son, en «Xeristar» también, el arte de los dos últimos discos es cosa de Eva y somos muy felices cuando la gente nos dice eso de «me mola mucho la portada» aunque no tenga ni puñetera idea de lo que es. Está claro que como artista plástica Eva consigue transmitir un montón de cosas cada vez que hace algo.
Creo que Eva ha hecho un gran trabajo gráfico, sí. Volviendo a lo musical, llama la atención la ausencia de cortes, de espacios de silencio, un efecto que pienso tiene que ver con todo lo que estamos hablando…
Tiene que ver con lo que hablamos anteriormente de los trastornos y enfermedades, el disco en un continuo «uroboros», una serpiente que se devora así misma hasta el infinito. Es un poco como la búsqueda de qué fue primero, la gallina o el huevo. En el fondo es una maraña de círculos, de unas cosas que te llevan a las otras, por eso en las partes instrumentales se anticipan sonidos o se repiten cosas que ya han sonado en otras partes del disco, igual que un trastorno te puede conducir a otro y igual que un trauma se puede convertir en una enfermedad o igual que una enfermedad puede mutar y convertirse en dos.
¿Habéis tenido algún referente más o menos clave, en la concepción del álbum?
Pues mira, sinceramente no, está claro que el disco suena a un montón de cosas antiguas y no es nada nuevo, pero lo cierto es que todas esas escuchas de referencia a las que se asocia el disco nosotros hace años que ya las teníamos muy superadas.
En el momento de concepción del disco yo estaba escuchando continuamente electrónica vintage y Eva estaba muy metida en el pop japonés, así que creo que éste el mejor ejemplo de que no necesariamente la música que haga un artista tenga necesariamente que ver con lo que está escuchando en ese momento.
En cuanto a sonido lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido el disco “Loveless” de My Bloody Valentine, y los primeros Silvania. También Los Planetas, melódicamente. En todo caso, el disco creo que se alinea con esos “soundmakers” que tampoco renuncian al formato de canción fácilmente tarareable. ¡“Cosas nuevas” es pegadiza!
Nos encantan todas y cada una de esas referencias, especialmente Silvania, yo soy muy fan, me ponen la carne de gallina cada vez que los escucho y me parece tremenda la evolución de grupo, amo a Silvania como también amo a Ciëlo [Banda posterior de los componentes de Silvania].
Creo que en general nos gustan porque son pop, y en el pop es donde nos encontrarás siempre, cada vez que le veo asomar la patita al hermano rock me pongo nervioso y no me gusta, no me gusta la música para adultos.
Por eso creo también que fue difícil hacer un disco como «Psiconáutica» e integrar temas pop dentro del concepto final del disco, hay un buen montón de descartes guardados en un cajón.
Vuestro estilo en “Psiconáutica” equilibra la distorsión de las guitarras con sonidos electrónicos en un crudo muro de sonido. En esa “disolución de fronteras” para conseguir un sonido (donde en ocasiones puede costar saber qué es una guitarra y qué un teclado, y donde la voz de Eva se funde como una parte más del conjunto sonoro) se os puede incluir en una escuela, el “shoegazing”. Visto así, ¿os sentís cómodos dentro de una escena concreta, queréis, vamos, que se os catalogue?
Nos sentimos cómodos e identificados con la etiqueta «shoegazing», nos encanta vernos en listas de medio mundo del género o sonando en emisoras y programas de radio especializados, creo que simplemente es lo que es, el sonido del grupo ahora mismo es ese y estamos cómodos con todas las cosas que pasan con el disco en ese sentido. Mañana no sabemos cual será, estamos cómodos con él, pero nos gustaría hacerlo un poco mas inusual, ya estamos trabajando en ello, sea como sea nos sentimos muy cómodos en la cuestión del muro de sonido,en un futuro tal vez las cosas sean muro de sonido con mas espacio y mas electrónico.
Linda Guilala sois Eva e Iván, núcleo al que se unen nuevos músicos a lo largo de su historia. Quizá Bruno, el guitarra que ha participado también en “Psiconáutica”, haya sido el compañero de viaje más estable. Pero Bruno es sustituido recientemente para la presentación en directo de “Psiconáutica”por Óscar Vilariño , de A Veces Ciclón y Musel, y colaborador hace tiempo de Triángulo de Amor Bizarro. Creo que con él ya tocabais en directo, como banda de apoyo de Musel, y produjisteis a la banda en su debut.
Efectivamente, creo que Bruno aportó un montón de cosas el tiempo que pasó con nosotros y que finalmente necesitaba crear su propio espacio, tomar sus propias decisiones, disfrutar individualmente de sus aciertos y aprender de sus errores para ser feliz. Así, que cuando se hizo evidente que ya eran más las cosas que nos separaban que las que nos unían (ya durante la grabación del álbum se hizo patente), creo que fue un acierto tanto por su parte como por la nuestra que nuestros caminos se separasen.
En el caso de Óscar, sin duda alguna era la persona más indicada para ayudarnos a presentar el disco ya que entendía perfectamente el grupo y además era amigo, ya nos conocíamos, habíamos trabajado juntos, tocado, grabado… así que todo fue ponerse a ensayar. Sinceramente creo que en estos conciertos ha ayudado mucho al grupo a crecer y centrarse a nivel de directo.
Y comenzasteis la gira de presentación en Vigo, de donde procedéis. Siendo la mayor ciudad de Galicia parece que se resiste a defender su subsuelo. En Galicia, y en la misma Vigo, tenemos gran cantidad de artistas y bandas que están llamando la atención en la prensa especializada nacional, pero su espacio natural en nuestra ciudad es el “underground”.
Bueno, lo primero, hay que estar orgulloso de ser vigués y de tener un grupo en Vigo, es cierto que las cosas no son fáciles, pero después de haber vivido en cuatro ciudades antes que esta, te puedo garantizar que en otros lados las cosas son muchísimo peores. Esto lo digo un poco para la gente más joven que muchas veces no valora lo que tiene simplemente porque siempre ha estado ahí y da por hecho que en todo lados en igual. Y no, hay capitales de provincia y ciudades de toda España en la que no hay una sala de conciertos, ni locales de ensayo ni tiendas de discos, ni gente para hacerse un grupo, ni nada de nada.
Y para los más mayores me encantaría explicarles que aquel grupo tan molón, fresco, moderno y divertido que tenían, ahora no es más que una orquesta de barrio haciendo versiones de sí mismos y unos temas nuevos malos como truños. Y que tal vez estaría bien que se pasasen a ver a todos los grupos de mocosos que hay tocando en la ciudad, ya que tal vez algunos de ellos con treinta segundos de canción les devolvieran algo de vida.
Yo creo que en general el problema de la escena viguesa es la continua y recurrente resaca ochentera, y vamos, mira que ya hace treinta años, pero claro, el tratar de poner como ejemplo o en práctica modelos empresariales, discográficos… de hace treinta años, trae consigo una serie de problemas. Básicamente conlleva la frustración de los más mayores y la marginalidad de los más jóvenes, porque básicamente nada de eso existe ya, aunque algunos se empeñen en pensar lo contrario y tengan siempre en boca.. «es que en los ochenta» en el caso de los veteranos, o el «es que nadie me hace caso» en el de los nuevos. Lo que hay que hacer es trabajar y punto.
Vamos a volver a los contenidos del disco, para ir cerrando. ¿A la oscuridad le sigue la luz?¿cómo visualizáis tras “Psiconáutica” el futuro de la banda?
Sin duda alguna, una celebración de la vida y la muerte, de la luz, y de la autoaceptación… Creo que básicamente continuaremos haciendo lo mismo cada día, buscando discos de segunda mano, pasando horas en el local de ensayo, haciendo canciones, tratando de editarlas y tocarlas en directo. Y bueno, si logramos eso y mantenernos «indies» habremos triunfado.
Y en todo caso el presente es inmejorable, no he leído ni una crítica mala a “Psiconáutica”, y en Vigoé nos unimos a los aplausos.
Gracias por todo.