El festival O Son do Camiño ha celebrado este sábado el último día de conciertos de su tercera edición, la primera tras la pandemia, una jornada en la que las actuaciones más aplaudidas han corrido a cargo de artistas de origen argentino y en la que las mujeres han tomado mayor protagonismo dentro de una programación que dista de ser paritaria, sobre todo en cuanto a los cabezas de cartel.
Aunque las horas de mayor asistencia han quedado reservadas para las actuaciones de Jason Derulo y Tiësto en el escenario principal, tanta o más expectación que estas citas han despertado los conciertos de Khea, La Maravillosa Orquesta del Alcohol, Rigoberta Bandini o Nicki Nicole.
Rigoberta Bandini -nombre artístico de la catalana Paula Ribó– ha salido al escenario secundario apenas superadas las diez de la noche y, con el sol cayendo, ha desplegado un sensacional espectáculo, iniciado con «In Spain we call it soledad», en el que acompañada por su equipo de bailarines ha hecho saltar, cantar y reír a miles de personas con su electropop.
Su cancionero es todavía corto, como su trayectoria, y ha dado lugar a altibajos en la hora que ha durado su actuación, pero las dudas se han ido despejando al son de temas que apuntan a himnos, como la dulce «Julio Iglesias» o la pegadiza “A ver qué pasa”.
Demostrando un excelente dominio de la escena y de la teatralidad, Rigoberta Bandini ha reinado sobre la platea y ha tenido tiempo para sacar un homenaje al “La la la” de Massiel, que ha prendido una traca final con sus mayores éxitos.
La épica reivindicativa de “Perra”, un alegato feminista en forma de canción coreado a voces, la eurovisiva “Ay mamá”, que ya había sonado en una versión primigenia y que ha terminado con cantante y coristas saltando con el pecho descubierto; y la lisérgica “Too many drugs” han hecho disfrutar a un público totalmente entregado a un espectáculo que se ha despedido bajo la música de Franco Battiato y su “Voglio vederti danzare”.
El concierto de Rigoberta Bandini ha sido uno de los momentos álgidos de la última jornada de un O Son do Camiño que ha esquivado las tormentas de verano y que, pese al susto y las dificultades generadas, ha salvado el desplome del escenario principal durante el montaje, que dejó varios heridos, uno de los cuales sigue «estable» en la UCI una semana después.
La afluencia de gente en horas tempranas ha sido mucho mayor por ser fin de semana, con el vigués Pablo Lesuit abriendo la última jornada. Tanto Rayden -16:20- como Miss Caffeina -17:00- han visto ya congregarse a multitud de personas ante ambos escenarios. Menos exitoso ha sido, pese al buen desempeño de la banda, el concierto de Triángulo de Amor Bizarro, lastrado por los problemas de sonido durante las primeras canciones.
No obstante, un tramo final abierto con «Vigilantes del espejo» y coronado con temas ya clásicos del grupo como «Barca quemada» y «De la monarquía a la criptocracia» ha sido contundente y les ha permitido brillar pese a la apatía de gran parte del público.
Menos ha necesitado el trapero argentino Khea para llevarse los vítores de la gran cantidad de gente que ha acudido a verlo y que ha celebrado como un regalo cada uno de sus temas. «Ademas de mí», «Loca» o «She Don’t Give a FO», interpretados con breves fraseos por encima de las bases, han convertido en una fiesta un escenario secundario que se ha quedado pequeño para la ocasión.
Misma situación se han encontrado apenas una hora después los miembros de La Maravillosa Orquesta del Alcohol para defender su rock amable, aunque el hecho de solaparse durante algunos minutos con dos atractivos de la jornada, como Nicki Nicole y Dani Martín, han permitido que hubiese más espacio al principio y final del espectáculo.
Con todo, el de la artista argentina ha sido el otro concierto central de la tarde de este sábado. Pese a su juventud -21 años-, atesora ya experiencia sobre los escenarios y en grandes festivales y ha sabido ofrecer un concierto sólido, sin artificios y sostenido sobre su carisma y su característica voz.
Los momentos lentos y emotivos han sido respetados, pero el auditorio de O Gozo ha vibrado de verdad cuando ha pisado el acelerador al interpretar su colaboración con Aitana, “Formentera”, y sus sencillos más conocidos, entre los que están “Mamichula” o “YaMeFui” -colaboración con Duki, que ha aparecido en el escenario tras actuar en el mismo festival el día de ayer-.
El cierre del tercer O Son do Camiño correrá a cargo de la banda madrileña Carolina Durante, autores de canciones generacionales como «Cayetano», «Joder, no sé» o «No tan jóvenes», breves píldoras de pop guitarrero que compartirán protagonismo en la recta final del festival con la música electrónica del veterano Tiësto, el rhytm and blues comercial de Jason Derulo o el soul con alma latina de la argentina Nathy Peluso.
Alrededor de 40.000 personas por día se han dado cita este fin de semana en el Monte de Gozo, a la espera de que la organización publique los datos definitivos, en lo que se ha confirmado como la edición más masiva de O Son do Camiño, que ha asumido sin mayores incidencias este importante incremento del aforo; salvo algunas colas para pedir comida y bebida en momentos puntuales.