Este lunes, Vigo vibró con el esperado concierto de Pablo López, un evento que había generado gran expectación en la ciudad. Tras tres años sin actuar en Vigo, el cantante y pianista regresó para reencontrarse con su público en un escenario tan especial como el Auditorio de Castrelos, siendo el tercero de los conciertos de verano programados por el Concello de Vigo.
A pesar del tiempo inestable, el ambiente en el Parque de Castrelos previo al concierto era bullicioso y palpitante desde primera hora. Y es que, con las entradas de platea agotadas, los seguidores del artista malagueño deseaban ver a su ídolo desde las primeras filas. Comenzando el concierto descubrimos el porqué de este anhelo: la conexión entre Pablo López y su público fue evidente durante toda la noche.
«El abrazo más grande»
Acompañado de su piano, Pablo López cautivó al público con sus mejores canciones, incluyendo los dos sencillos de presentación del que será su próximo trabajo: ‘Quasi’ y ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’. De hecho, esta última, ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’, fue el tema escogido por el andaluz para abrir el concierto.
El concierto se dilató durante casi dos horas y en él no solo repasamos sus últimos temas, sino que también disfrutamos de sus éxitos como ‘La niña de la linterna’, ‘El camino’ o ‘El Patio’, que fueron coreados con entusiasmo por el público que llenaba una vez más Castrelos.
De menos a más
Pablo López mostró su cercanía y simpatía al compartir anécdotas y guiños con la audiencia y la Ría de Vigo, donde el malagueño pasa parte de sus vacaciones, creando una atmósfera cálida y cercana. El concierto fue de menos a más y canciones como ‘Hijos del verbo amar’, ‘El Mundo’ o, sobre todo, ‘Mariposa’, motivaron a un público en constante simbiosis con el artista. Mención aparte merece ‘Estoy hecho de pedacitos de ti’, de la cual se apoderó el público y que Pablo López, sentado a su piano y escudado por un atrayente cajón flamenco, decidió unir a los ‘Pájaros de Barro’ de Manolo García.
Porque para Pablo López, Vigo es una ciudad especial, en 2019 tocaba en la ciudad, 14 personas estaban en la sala. Hoy, años más tarde, reunía alrededor de 20.000 personas en un auditorio hasta la bandera.
Cierre mágico
El cierre del concierto fue mágico, con ‘Lo saben mis zapatos’. La única luz que iluminaba el recinto era la de los teléfonos móviles de los allí presentes, brindando un momento que quedará en la retina de buena parte de sus seguidores y de la madre de Pablo López, con quien el artista tenía una videollamada durante la canción para compartir con ella un momento que Pablo López consideraba único, especial e irrepetible.
Muchos pensamos que tras un momento tan especial llegaría el final, pero no, no fue el cierre. Lejos de llegar al final de la actuación, disfrutamos de ‘La Mejor Noche’, con la que el artista andaluz abandonaba el escenario para minutos después tomar una guitarra y tras acompañar al público que agradecía el concierto cantando A Rianxeira, interpretar ‘KLPSO’, arrancándola con ‘No mires a los ojos de la gente’ de Golpes Bajos en un claro guiño a la ciudad. ‘Tu Enemigo’ puso el broche de oro al concierto con un público feliz que despedía a un Pablo López entregado.
Talento
Sin duda, el concierto de Pablo López en el Auditorio de Castrelos fue una experiencia emocionante llena de alegría y cariño para todos los presentes. Con su talento y calidez, el artista demostró, una vez más, por qué se ha convertido en una de las figuras más destacadas del pop en nuestro país.