La música se asocia al verano pero de un modo paradójico: es tiempo de descanso y por tanto se ralentiza el número de lanzamientos discográficos. Y al tiempo la industria busca desesperadamente su canción del verano. Parece que este 2023 la penetrante ‘Columbia’ de Quevedo está sentándose en ese trono, con poca competencia (aunque el puesto es pretendido por nombres mayores en el negocio de la música ‘mainstream’: Sebastián Yatra, Myke Towers, Aitana… todos tienen su pretendiente a pepinazo estival).
Pero vamos a obviar esa carrera por conquistar el chiringuito y la discoteca playera, para centrarnos en discos de edición más o menos recientes, ajenos a este salseo comercial pero con mucho más fundamento. Y del mismo modo que he recomendado tres cómics para este agosto, nuestra lista será, en discos, breve y selecta. Porque no se trata de agobiar al personal, sino de convencerle con algunas propuestas que, se lo aseguro, son canela fina.
‘SED’, de Triángulo de Amor Bizarro (Mushroom Pillow, 2023)
Pues para la parroquia digamos alternativa este verano tiene una ‘canción del verano’ clara, un tema que no va a sonar demasiado en las radio fórmulas, pero constantemente en las playlist de mucha gente: ‘Estrella solitaria’ abre el nuevo disco de Triángulo de Amor Bizarro con aromas a New Order, y si atendemos a las redes sociales ya se está instalando en el baúl de clásicos de la banda, a las pocas semanas del estreno del disco.
El orgullo ‘noise-rock’ del Barbanza no da tregua. Parece que fue ayer cuando sacaron su anterior disco (en realidad ya tiene sus añitos, se publicó poco antes de vernos todos confinados) y ya tienen nuevo trallazo, este ‘SED’ de concepto claro: todo el LP gira alrededor de la fama de las ‘pop stars’, reflexionando sobre lo efímero y lo contradictorio de este mundo. Servido con lo de siempre en ellos, por tanto con otra dosis de rock volcánico que expande ligeramente el discurso sonoro de la banda sin renunciar a sus signos (tensión, épica, momentos desbocados, melodías redondas, experimentación bien dosificada). Y una vez más vuelven a demostrar que, de momento, su energía y magisterio son inmarchitables y sin signos del más mínimo acartonamiento. Maestros.
‘Súper Terror’, de Él Mató a un Policía Motorizado (Laptra-Primavera Labels, 2023)
Desde Argentina este grupo, que sonó en los burladeros ‘mainstream’ gracias a Amaia (es uno de sus grupos favoritos, y su cantante, Santiago C. Motorizado, produjo su primer álbum), en realidad son mucho más que un nombre curioso en boca de una ‘triunfita’: con una carrera de veinte años impecable a sus espaldas, podemos decir que son la banda de referencia en Argentina, y su nuevo disco es un compendio de pop rock con arrebatos psicodélicos, letras cotidianas que se miran en la crisis pandémica y una producción excelsa, detallista. Las canciones, entre momentos dinámicos (como la apertura, ‘Un segundo plan’) y medios tiempos (‘Medalla de oro’ puede enamorar al fan de unos Maná), son sublimes ejercicios melódicos con estribillos merecedores de éxito rotundo.
Lo dicho, un grupo clásico de Argentina que, a través de una psicodelia elegante (que ha enamorado a J Planetas, uno de sus principales valedores en España), un rock templado y melódico y su gusto exquisito por las melodías con pegada, ofrecen un disco vibrante y para todos los públicos que tampoco defraudará a sus seguidores históricos ni a la parroquia ‘indie’ que los descubra con este nuevo trabajo.
‘O Monolith’, de Squid (Warp-Music As Usual, 2023).
La penúltima bofetada a mano abierta (como la del famoso meme de Batman y Robin) a esa frase chorras, “el rock ha muerto”. Puede que no sea el género que se aúpa en Los 40 (la estrella ahora es para los sonidos urbanos, sí) pero la efervescencia del nuevo post-punk no deja de burbujear bandas y discos para negar la mayor.
Uno de los últimos es este ‘O Monolith’ de los británicos Squid. Uno de los discos más destacados de la temporada y de escucha sin duda exigente. Grabado en los estudios de Peter Gabriel, en sus ocho temas cabe cualquier cosa menos la monotonía: post punk agresivo, jazz derivativo, los primeros Génesis y el rock progresivo en general, la no ‘wave’ (ese gusto por sacarle todo el jugo a las improvisaciones), ensoñación melódica y arrebato ‘posthardcore’. Cambios de ritmo inesperados, texturas a priori incompatibles como aglutinante (¿pueden convivir vientos o cuerdas con guitarras desquiciadas?), momentos líricos y otros que queman para construir un LP que los confirma como uno de los grandes nombres del rock actual, con Shame y Fontaines DC. ¡Si hasta abren el disco con ‘Swing (In a Dream)’, un single casi, casi comercial!
‘The Ballad Of Darren’ de Blur (Parlophone-Warner, 2023)
El nuevo trabajo de los autores de ‘Song 2’ tiene una importancia nada menor en la discografía de uno de los grupos más famosos de la historia del pop británico. Blur son los creadores de discos que representan toda una época (hablamos de obras como ‘Parklife’ de 1994 o ‘Blur’ de 1997) y estilo (sí, el brit-pop, también la egolatría del periodismo anglo con su gusto por las grandes historias de enemistad… Blur vs. Oasis fue el Beatles contra Stones de una nueva generación). Sus regresos, cada vez más intermitentes y con los líderes de la banda enfrascados en otras aventuras musicales, podrían ser simples excusas para salir a girar cada cierto tiempo, y llenar así carteras. En todo caso esto no es así con ‘The Ballad of Darren’.
Blur vuelven en 2023 con un Damon Albarn confesional, meditativo y maduro, en el buen sentido de la palabra. Blur en 2023, así, se han convertido en el testigo en primera persona del paso del tiempo, de la maduración personal y de la banda, recordando el pasado con sus aciertos y sus errores e interrogándose sobre el futuro en un LP de tempo tranquilo, repleto de baladas que respiran aires a David Bowie y ajeno a efectismos (solo ‘The narcissist’, maravilloso single, se acerca a los crescendos emo de referentes como ‘Beetlebum’).