La muestra pictórica ha constituido un recorrido por la vida creativa de la artista, ya fallecida, destacando las acuarelas y los óleos con paisajes y flores, fundamentalmente. Las obras seleccionadas destacaban, en unos casos, por el contraste y la fuerza del color y, en otras, por la visión delicada y casi onírica de conocidos paisajes gallegos, del que da cuenta la imagen que acompaña este comentario.
La exposición ha tenido una gran acogida de público, y la venta de algunas de las obras han sellado con éxito este merecido homenaje póstumo. Es una lástima que la autora no hubiera podido continuar su evolución artística y su contribución a una visión personal de cuanto la rodeaba.