El Universidad de Oviedo tuvo la primera ventaja del partido, pero tras esa canasta inicial, el Celta Selmark le endosó un parcial de 8-0 en tres minutos que puso de manifiesto de manera inmediata quién iba a mandar en el partido. Ante un rival que carece de un juego interior intimidador, las olívicas se mostraban cómodas en sus acciones ofensivas. Las buenas opciones de lanzamiento procedían de movimientos con mucha velocidad en la circulación del balón.
En defensa, las pupilas de Colinas mantenían su habitual nivel de intensidad. El acierto en el lanzamiento exterior proyectaba a Celta Selmark a alcanzar notables diferencias (19-10 min. 8), obligando a Alberto F. Hevia a pedir una pausa. El que fuera entrenador ayudante de Manuel Povea en Gestibérica, sacó livianos rendimientos a sus jugadoras en los dos últimos minutos del parcial para detener la hemorragia defensiva, alcanzándose el final del primer cuarto con ventaja viguesa (19-13).
El buen momento por el que atraviesa Cristina Loureiro fue el ingrediente necesario para la explosión celeste del arranque del segundo cuarto. Sus seis puntos consecutivos colaboraron en un parcial de 11-0 que llevó al técnico visitante a otra pausa (30-13 min. 15). El partido comenzaba a definirse. Sus cambios estratégicos entre defensa zonal e individual no funcionaban y en ataque no lograban apenas perforar el aro vigués. El Celta Selmark seguía jugando fluído en su puesta en escena apoyado en las constantes rotaciones, tradicionales en el conjunto vigués. Su frescura y profundidad en el banquillo le permitían mantener el ritmo sin sufrir mínimos daños. NI siquiera se hacía necesaria la aportación ofensiva de Minata Keita, inédita en anotación en la primera mitad. El relevo anotador de Loureiro fue recogido por María P. Araújo, que anotaría finalmente 23 puntos, llegándose al descanso con el partido encarrilado (38-18).
Lo cierto es que tras el intermedio el partido perdió mucha brillantez y entró en una fase de errores continuados, sobre todo celestes, que cayeron en cierta apatía dada la diferencia existente en el marcador. La defensa viguesa no estaba a la altura de sus dos primeros parciales y encajaba tantos puntos en este cuarto (18) como en toda la primera mitad del encuentro. Progresivamente, las asturianas fueron descontando puntos y recuperando sensaciones positivas en su juego, que si bien no eran suficientes para que la victoria celeste peligrase, sí que dejaban atisbos de preocupación en las filas viguesas, llegándose al final del tercer cuarto con un 51-36.
El comienzo arrollador de las celestes en el último parcial disipó cualquier sombra de duda. Un parcial de 9 -3 en dos minutos impulsaba de nuevo a las olívicas a vivir un final de partido tranquilo. Con prácticamente el quinteto inicial en pista, las celestes echaban la sentencia definitiva al partido sin mostrar reparo alguno tras un parcial de 19-5. Los últimos minutos carecieron de mayor interés, llegándose al final del partido con resultado final de 75-46.
Celta Selmark (75): Inés Faustino (10), Salomé García (6), María P. Araujo (23), Marta Canella (8), Minata Keita (8) –cinco inicial- Cristina Loureiro (13), Laura Alonso (5), Iria Varela (0), Angela Coello (2), y Candela Hermida (0).
Universidad de Oviedo (46): Andrea Malanda (8), Inés Orselli (9), Tamara Labra (8), Marina Vilella (4), Carolina Hernando (4) –cinco inicial- Sara Fernández (2), Sheila Cuesta (0), Eva Oliva (6) y Lucía Cavia (5).
Árbitros: David Posada y Diego Domínguez. Señalaron 16 faltas a Celta Selmark y 19 faltas a Universidad de Oviedo.
Parciales: (19 -13) (19-5) (13-18) (24-10).
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga disputado ante 200 personas en el pabellón municipal de Navia (Vigo). Se guardó un minuto de silencio en memoria de Ana Rodríguez, jugadora infantil de CD Heidelberg que falleció mientras disputaba un partido de baloncesto en las Islas Canarias.