Los vigueses, que rozaron su clasificación para las semifinales en el enfrentamiento ante el Izmir y que también tutearon durante muchos minutos al Fenerbahce, acabaron finalmente en la tercera plaza del Grupo A, el auténtico “grupo de la muerte” de esta cita europea, y se vieron condenados a un enfrentamiento ante los israelitas en los que únicamente estaba en juego el honor y terminar su participación en esta Euroliga 3 con la mejor clasificación posible.
Esa escasa motivación se dejó notar y mucho en los diez minutos iniciales, en los que el Beit Halochem Tel Aviv, sin hacer tampoco demasiado, llegó a gozar incluso de una renta interesante (9-17, min.9). Sin embargo, una sonora bronca de César Iglesias a sus pupilos durante un tiempo muerto sirvió para tocar el orgullo de sus jugadores y conseguir que, poco a poco se fueran enchufando al partido.
Porque la reacción no fue ni mucho menos inmediata. El técnico del Iberconsa no encontraba la fórmula a pesar de diversos intentos y pruebas con diferentes combinaciones de jugadores y los israelitas continuaban dominando en el marcador (17-25, min.15). Hasta que un parcial de 11-0 con 5 puntos de Envó y 6 de Alejos puso de nuevo por delante a los vigueses (28-25, min.17).
Una iniciativa en el electrónico que ya no cederían hasta finalizar el choque y que al descanso empezaba a ser interesante (35-30, min.30). Una canasta y un triple de Envó en la reanudación tras el intermedio convertían esa renta en una distancia ya un poco más cómoda (40-30, min.23). Porque casi sin querer el Iberconsa Amfiv, con todos los jugadores aportando puntos excepto el polaco Bonio, el único jugador local que no anotó en el choque, iba aumentando la diferencia y al final del cuarto el choque parecía decidido (57-39, min.30).
Así fue. El último cuarto se convirtió en un trámite que el mexicano Zavala, ovacionado intensamente por el público al terminar el partido, aprovechó para conseguir sus 12 puntos y certificar una quinta plaza que, visto lo visto, sabe a poco.