«Estamos todavía un poco sorprendidos por esta situación porque es algo que no vimos venir y que nos cogió totalmente desprevenidos. El miércoles hablando con Savoy de otros temas nos expuso que no estaba siendo feliz aquí y que si el club no tenía problema se podía marchar a casa. Era algo que no esperábamos porque si bien es cierto que al principio le costó un poco al tratarse de su primera experiencia en el baloncesto profesional y fuera de su país, ahora sí que pensábamos que Savoy estaba ya adaptado y a gusto», explica José Antonio Beiro, máximo responsable deportivo del Amfiv.
La inesperada petición del jugador americano obligó al conjunto vigués a una reunión de urgencia para valorar la situación, con el cuerpo técnico como principales encargados de evaluar las posibilidades antes de tomar una decisión. «Tanto César Iglesias como Óscar Carbajo nos transmitieron que no era bueno para el grupo tener aquí a un jugador que no quería estar y que si Savoy no era feliz en el equipo y en la ciudad, lo mejor era acceder a su petición y que se volviese a casa», explica José Antonio Beiro, quien subraya que «queda poco más de un mes para que finalice la Liga y estamos a casi una semana para la disputa de la Copa del Rey y, evidentemente, esto no es lo mejor para el equipo. Nosotros habíamos realizado una apuesta arriesgada con Savoy porque llevaba bastante tiempo inactivo y otros conjuntos le rechazaron el pasado verano por ese motivo y, sobre todo, por su físico ya es un jugador muy corpulento. Cierto es que su participación y, especialmente, su incidencia en los partidos no estaba siendo demasiada, pero también es normal después de tanto tiempo sin jugar y asimilando todavía el paso del baloncesto universitario americano a una liga tan competitiva y competida como la española. Puede que esa escasa cantidad de minutos en la pista sea la causa fundamental de su decisión de abandonar el Amfiv ya que, aparentemente, su relación con el resto de compañeros y el cuerpo técnico era buena y fluida. De hecho, los jugadores compartieron también nuestra sorpresa al conocer la noticia».
La marcha de Savoy supondrá más una limitación en las rotaciones que un auténtico quebradero para César Iglesias en esta recta final de la temporada. «Nuestro objetivo ya está cumplido al haber logrado la permanencia y clasificarnos tanto para la Fase por el Título como para la Copa del Rey. Por eso tampoco va a ser un excesivo problema para el equipo acceder a la petición de Savoy de regresar a su casa. Nos hubiera gustado verle en estos últimos partidos para terminar de evaluar si la próxima campaña, ya adaptado a Vigo y al baloncesto profesional, nos podía aportar más cosas pero es su decisión y tenemos que respetarla. Le deseamos mucha suerte en el futuro y le agradecemos haber aceptado nuestra propuesta el pasado verano, saliendo por primera vez de su casa para emprender la aventura europea, y el esfuerzo y el trabajo que estos meses ha dedicado al Amfiv», finaliza el director deportivo del conjunto vigués.