«Estamos muy contentos. Clasificarnos para la fase de ascenso era el objetivo real del equipo y ya lo hemos conseguido. Personalmente, deseo ascender, pero va a ser muy complicado. Valencia es un rival muy fuerte, tiene detrás a Juan Roig (presidente de Mercadona) y ha armado un equipo poderoso, al igual que Gran Canaria», asegura Carlos Álvarez.
Valencianas y canarias se juegan el primer puesto del grupo B de la liga regular. En el A, el Celta Zorka es el líder, pero Álvarez avisa de que quedar en primera posición no le garantizará una fase más cómoda. «Son muchos partidos en cuatro días y te tienes que enfrentar a grandes equipos acabes en la posición que acabes», explica.
La fase se disputará del 26 al 29 de abril en una sede todavía por determinar y en ella estarán los cuatro mejores equipos de cada uno de los grupos de liga regular. Los tres primeros días, los equipos se dividirán en dos grupos en los que estarán el primero y el cuarto de uno de los grupos de liga regular y el segundo y el tercero del otro. Tras esta liguilla, el primero y el segundo de cada grupo se cruzarán en las semifinales, que se disputarán el día 29. Los ganadores de estos dos últimos partidos obtendrán el ascenso.
El presidente del Celta Zorka está muy satisfecho del rendimiento de sus jugadoras y espera que en la fase de ascenso vuelvan a mostrar su mejor nivel. No obstante, asegura que a su equipo le falta lo que sí tienen muchos de sus rivales: veteranía. «Si me dicen a principio de temporada que a falta de cuatro jornadas lograríamos la clasificación para la fase, no me lo hubiese creído. Hemos juntado un grupo muy bueno, el equipo es una piña. Estas jugadoras pueden lograr todo lo que se propongan, pero lo que más nos falta es veteranía», señala.
Lo más probable es que la fase de ascenso se dispute en Valencia, aunque Lugo, si el Ensino finalmente logra clasificarse, también tiene la intención de pedirla. Carlos Álvarez explica que ellos renunciaron a albergarla. «No queríamos la fase, eso suponía añadir más presión a las jugadoras. Juegan mejor fuera de casa», asegura.
La consecución de este objetivo es la culminación de un largo camino que se inició en 2012 cuando el Celta decidió renunciar a jugar la Liga Femenina debido a las estrecheces económicas. Esta clasificación, por tanto, está dedicada al añorado Paco Araújo, el responsable de que el club siga existiendo. «Paco era un hombre muy brillante. No había dinero, era una época de crisis, y sabía que si el equipo seguía en Liga Femenina, el club acabaría desapareciendo. Apostó por mantener la cantera y gracias a su decisión, seguimos aquí y a finales de 2017 por fin logramos pagar la última parte de la deuda que nos quedaba», recuerda Carlos Álvarez.