«A unas horas de ir a tu funeral y aún no me creo lo ocurrido. Ni te imaginas la que se ha liado. Ni te imaginas como está esto por aquí. Ni te imaginas el vacío, aunque claro, a ti eso te dará igual. Te estarás preguntando por qué coño no estoy trabajando, si es lo que tengo que hacer. O cómo se me ocurre no estar con el peque. O qué mariconada es ésta que estoy haciendo. Pero «Jefe», sólo quería darte las GRACIAS.
GRACIAS por haber sido mi primer jefe y enseñarme que el que algo quiere algo le cuesta. GRACIAS por enseñarme que los sueños sólo se cumplen trabajando. GRACIAS por aún pudiendo, no regalarme nada. GRACIAS por inculcarme los valores del deporte. GRACIAS por haberme tratado como uno más en el equipo. GRACIAS por enseñarme que aún haciendo una buena causa nadie tiene por qué enterarse. GRACIAS por enseñarme el significado de «oír, ver y callar». GRACIAS por enseñarme que todo el mundo merece ser escuchado y merece un respeto. GRACIAS por enseñarme que antes de exigir algo hay que dar ejemplo. GRACIAS por estar ahí para toda la gente que lo necesitó y para la cual siempre estabas. GRACIAS por esas tardes de pesca en las que no nos importaba nada más que el silencio del mar. GRACIAS por tus consejos. GRACIAS por hacerme ver cuál era el camino correcto en cada momento. GRACIAS por dejarme estar a tu lado. GRACIAS por esas confesiones que te hacía y siempre se quedaron entre tú y yo. GRACIAS por tener el bien por bandera y sobre todo. MUCHAS GRACIAS por siempre haber tenido un hueco para ser mi TÍO».
José Antonio Beiro
Director deportivo del Amfiv y sobrino de Pablo Beiro