«Me estoy sintiendo muy cómoda. No lo veo como una responsabilidad, afronto cada partido como uno más e intento dar lo máximo al equipo», explica María Pérez, hija de de Ángeles Araújo, ex jugadora del club vigués y de la selección española. La alero, que cumplirá los 18 el próximo mes de agosto, se inició en el Seis do Nadal y cumple ya su tercera campaña en el primer equipo celeste.
Además, es la jugadora del Celta Selmark que más tiempo está en pista esta temporada (30 minutos por partido) y a sus 15 puntos por encuentro (prácticamente el mismo promedio que Keita) suma 5 rebotes y 2,4 asistencias. Su evolución es evidente y así lo percibe la propia María Pérez: «Creo que he mejorado en el tiro y en la confianza en mí misma. Carlos (Colinas, su entrenador) me aporta mucho en eso. Estoy muy satisfecha con mis números». Pero quiere seguir mejorando y tiene claro en qué facetas del juego puede hacer crecer su rendimiento: «Tengo que trabajar mi mano izquierda, me sigue costando más que con la derecha y en defensa también tengo que mejorar».
Como ella misma reconoce, su entrenador Carlos Colinas es una persona básica en su crecimiento. La relación entre ambos está cambiando a medida que María Pérez está dejando de ser una niña con mucho talento para convertirse en una persona y una jugadora madura. «Al principio me imponía mucho. Ahora ya lo noto más cercano, ya no le tengo tanto miedo», explica.
A su gran rendimiento con el Celta Selmark suma sus éxitos con la selección española. El pasado verano se colgó la medalla de plata en el Mundial sub-17, en el que España puso en serios aprietos a Estados Unidos. El próximo verano hay una nueva cita, el Europeo sub-18. «Ojalá pueda jugarlo. Nuestro reto es intentar conseguir el oro», asegura María Pérez, que estas Navidades ya disputó con este combinado el Torneo de Barakaldo.
Pero antes de que llegue el verano, el objetivo es que el Celta Selmark acabe la temporada lo más arriba posible. El equipo se marchó cabizbajo al parón navideño. El comienzo de 2015 ha servido para despejar esas dudas. En el primer partido del año, ante el ADBA Avilés, las celestes lograron una importante victoria que ha proporcionado una dosis de moral importante: «El equipo está con un poquito más de ánimo. Las últimas derrotas habían pesado mucho. Ayudó el trabajo que hicimos a la vuelta de las Navidades, preparamos muy bien el partido. Nos quitamos las dudas y podemos decir que ya hemos ganado al fin».
Este sábado visita el pabellón de Navia el Universidad de Oviedo. El conjunto asturiano es antepenúltimo, por lo que que se presenta una gran oportunidad para romper el maleficio que persigue esta temporada a las celestes en su pista, en la que llevan casi tres meses sin ganar y han encajado ya tres derrotas. «El año pasado ganábamos en casa y fuera nos costaba más. Esta temporada es justo al revés. Aunque no creo que sea cuestión de los nervios», explica María Pérez Araújo, que espera contribuir a que el Celta Selmark equilibre este sábado su balance de victorias y derrotas.