Carlos Colinas tiene a toda la plantilla a su disposición, pero dará descanso a Paloma González, que ha disputado el Campeonato de España cadete recientemente. El objetivo es que el equipo vuelva a jugar como lo hizo en Avilés, con sangre fría en los momentos clave y sobreponiéndose a los contratiempos que vayan apareciendo a lo largo del partido. Y es que el Celta Selmark pecó de falta de experiencia en sus últimos encuentros como local, especialmente en el que le midió al Arxil con el que cerró 2014. Fue mejor durante muchas fases del duelo, pero no supo defender su ventaja en la prórroga.
El Universidad de Oviedo parece un buen rival para continuar con la recuperación. El cuadro asturiano es antepenúltimo con solo dos victorias, la última lograda la pasada jornada ante el colista, el Pabellón de Ourense, que aún no conoce el triunfo. Quizás uno de los mayores peligros sea el exceso de confianza ante un rival teóricamente inferior. La princial amenaza anotadora del conjunto ovetense se encuentra en su juego exterior, con la escolta Inés Orselli y la base Eva Oliva. Ambas promedian más de diez puntos por partido.
Minata Keita, máxima anotadora y reboteadora del Celta Selmark, deberá imponer una vez más su ley bajo los aros y María Pérez Araújo está obligada a seguir asumiendo responsabilidad en momentos clave a pesar de su juventud. Si logra el triunfo, el equipo vigués equilibrará su balance de victorias y derrotas y podrá volver a soñar con clasificarse para la fase de ascenso, a la que acceden los cuatro primeros clasificados. Este será el penúltimo partido de la primera vuelta, que se cerrará la próxima semana en Vitoria ante el ADB Araski.