La primera parte, como estaba previsto, fue intensa e igualada. A ambos equipos les costaba atacar en estático y trataban de aprovecharse de los fallos del rival -demasiados por ambos bandos- para correr. El Octavio mandó en el marcador durante prácticamente todos estos 30 minutos, aunque su diferencia nunca se fue más allá de los dos goles.
La primera línea académica se estrellaba con el muro del 6-0 catalán. El antídoto a esta defensa tan cerrada solo podía ser mover el balón y abrir la pista. Los rojillos buscaron a sus extremos y tras un par de goles de Germán Hermida y otro de Óscar Silva llegó el primer estirón en electrónico de los de Jabato (6-4, min. 12).
Pero los fallos en el lanzamiento y, sobre todo, las pérdidas de balón penalizaron al Octavio, que no consiguió alejar el aliento del Bordils de su cogote. De hecho, en el minuto 18 se produjo la primera ventaja visitante (9-10) tras una exclusión a Rubén Figueirido, que llevaba solo unos segundos en la pista.
Jabato pidió su primer tiempo muerto y a la vuelta un par de paradas de Lloria, incluyendo una en un lanzamiento de penalti, frenaron el ímpetu del Bordils y el Octavio volvió a tomar la iniciativa. De aquí al descanso, el partido se movió en empates y mínimas ventajas locales.
La tónica se repitió en el inicio de la segunda mitad, aunque ahora eran los visitantes los que dominaban con más asiduidad. El partido se rompió a partir del minuto 40 tras el 20-20, el último empate que reflejó el electrónico de As Travesas. Una serie de decisiones árbitrales discutibles -el Bordils marcó tres goles consecutivos de penalti- y el bajo rendimiento defensivo de los académicos, evalentonaron al conjunto catalán, que hacía gol en todos sus ataques. Una exclusión a Óscar Silva, que se llevó una gran bronca de Jabato, precipitó los acontecimientos. Un parcial de 1-4 permitió a los visitantes conseguir la máxima diferencia de todo el partido hasta ese momento (21-24).
Jabato decidió pedir tiempo muerto, pero la regañina del técnico tampoco logró parar la hemorragia. Marc Canyigueral y Eduard Nonó estaban haciendo trizas la defensa viguesa desde la primera línea. La ventaja seguía subiendo. Primero, a cuatro goles (23-27, min. 49); luego, ya a cinco (24-29, min. 51). Jabato se vio obligado a parar otra vez el encuentro y a ajustar su defensa. El Octavio comenzó a emplear una táctica mucho más agresiva. Cerillo y Hermida iniciaron sendos marcajes a Marc Canyigueral y Eduard Nonó, los hombres más incisivos de los visitantes. La estrategia funcionó. La portería defendida por Lloria se hizo mucho más pequeña y los vigueses intentaron entonces apretar en ataque para lograr la remontada.
Un parcial de 6-2 provocó que el Octavio llegase a los últimos minutos solo un gol abajo (30-31). El final se presumía agónico porque las fuerzas empezaban a escasear. La exclusión de Oriol Márquez por retener el balón -la primera que sufría el Bordils en todo el partido- dejaba un panorama alentador para los vigueses, pero Borja Méndez erró su lanzamiento en el ataque posterior. Eduard Nonó, con su equipo en inferioridad y hostigado por la amenaza de pasivo, marcó un auténtico golazo para poner el 30-32 a pocos segundos para el final y acabar con todas las esperanzas viguesas. El Octavio despertó demasiado tarde, le faltaron minutos para completar la remontada.
Octavio: García Lloria; Cerillo (6, 2p), Borja Méndez (5), Diogo Oliveira (5), Quintas (2), Germán Hermida (6), Óscar Silva (6) -siete inicial-, Tate Batán, Rubén Figueirido (1) y Toni Corcera.
Bordils: Jordi González; Esteve Ferrer (4), Dalmao Huix (1), Josep Reixach (5, 4p), Ignasi Moreno (1), Marc Canyigueral (6), Joan Vilanova -siete inicial-, Oriol Márquez (3), Eduard Nonó (7, 1p), Gerard Farreróns (6), David Masó y Francesc Reixach.
Parciales: 3-2, 5-4, 7-7, 9-11, 12-11, 15-14 -descanso-, 18-17, 19-20, 21-24, 23-27, 28-21 y 31-33.
Árbitros: Portela Fernández y Rodríguez Mondelo (Galicia). Excluyeron a los locales Tate Batán, Óscar Silva, Rubén Figueirido y Toni Corcera (2); y al visitante Oriol Márquez.
Incidencias: Partido correspondiente a la 14ª jornada de División de Honor Plata disputado en el pabellón de As Travesas ante unos 250 espectadores.