Cerillo se perdió el partido de la pasada jornada, en el que el Octavio consiguió un meritorio empate en Barakaldo a pesar de las numerosas bajas, por culpa de una rotura de fibras. No es la primera que sufre esta temporada y su objetivo es recuperarse totalmente para poder disfrutar de estos últimos partidos de liga. Recordemos que Cerillo sufrió hace menos de dos años una rotura de ligamentos en su rodilla derecha. Esa grave lesión no logró apartarlo de las canchas de juego. Habrá que esperar a final de temporada para saber si ahora sí que ha llegado el momento de poner punto final a su carrera.
Este jueves se pobrará, ya que aún no está confirmada su presencia en pista este domingo ante el BM La Roca (Navia, 12:00). Si finalmente juega, lo hará con limitación de minutos. «Todavía estoy en fase de recuperación y tengo claro que el domingo no podré estar al 100%», reconoce el jugador. Por su parte, Jorge García Lloria, que ha atravesado una fuerte gripe, también es duda para el encuentro. El que está totalmente descartado es Borja Méndez, aquejado de mononucleosis.
A sus 34 años, Cerillo es el veterano y el capitán de una inexperta plantilla. Compatibliza su presencia en la pista con su labor en los despachos, ya que es uno de los encargados de llevar la gestión deportiva del club. Sabe que con la estupenda generación de jóvenes talentos con la que cuenta el Octavio el futuro del club está garantizado aunque él decida abandonar la práctica del balonmano. «Queremos continuar con el proyecto, que es muy atractivo e ilusionante, seguir contando con los jugadores que tenemos«, asegura, pero deja algunos temas, como la continuidad de Jabato en el banquillo, para cuando finalice la temporada. «No tenemos prisa. Aún queda un mes de competición. Cuando acabe la temporada, ya trataremos estos temas», explica.