Bernárdez se hubiera convertirdo en el héroe del partido si el Alcobendas no llega a marcar en el último segundo. Suyo fue el vigésimo sexto tanto del Octavio que puso el empate en el marcador a falta de trece segundos. No le tembló el pulso en esta jugada decisiva, pero él resta importancia a su acierto: «Yo no hice nada especial. A mí me llegó el balón y estaba solo. El mérito es de mis compañeros».
El técnico del Octavio, Javier Fernández ‘Jabato’, se deshizo en elogios hacia él tras el encuentro y explicó que le debía este debut por el gran esfuerzo que ha hecho en los últimos meses para bajar de peso. Bernárdez llegó de las vacaciones de verano con más de 150 kilos y ahora ha conseguido bajar hasta los 128, que es el objetivo que le marcó el entrenador. El pivote explica que «Jabato me dijo el viernes que me subiese a la báscula y que si daba el peso, iba a ir convocado. Y así fue». El esfuerzo ha merecido la pena y el propio jugador admite que la cuestión del peso «cuesta un poco menos ahora, desde que estoy jugando».
2015 está siendo un año magnífico para Dani Bernárdez. Este debut se ha añadido a la medalla de bronce que consiguió con la selección gallega en los Campeonatos de España el pasado mes de enero. «Está siendo un gran año. En solo mes y medio me han llegado estas dos alegrías. Ojalá siga siendo así todo 2015».
Bernárdez lleva casi la mitad de su vida jugando al balonmano, ya que se inició en este deporte en la etapa alevín, y cuando se le pregunta por un ídolo, por un jugador en el que se fija especialmente para seguir creciendo como pivote no tiene dudas al responder: «Julen Aguinagalde. Es la referencia».
Jabato conoce muy bien a Bernárdez, al que ya entrenó cuando estaba en el banquillo del equipo juvenil. El conocimiento mutuo y el hecho de que la plantilla sea tan joven ha ayudado a que lleve con mucha naturalidad este salto al primer equipo. «Ha sido muy fácil adaptarme. Todos los compañeros me animaron y me felicitaron por mi debut», asegura el pivote, que define a Jabato como «un entrenador muy intenso, serio y trabajador».
Espera pertenecer durante muchos años a la plantilla del Octavio y, obviamente, sueña con jugar en un futuro con el equipo vigués en la Liga Asobal. Pero esta temporada el objetivo es otro, lograr la permanencia en División de Honor Plata. Es optimista al respecto: «Espero que lo consigamos lo antes posible. Lo lograremos perdiendo pocos partidos en casa. Lo importante es no dar por perdidos nunca los partidos, como hicimos contra Alcobendas». En el plano personal espera «tener continuidad y jugar minutos». Si repite el rendimiento del pasado domingo, seguro que lo conseguirá.