Este gol borraba el prematuro tiempo muerto de José Ignacio Prades en el 7:13, el hecho de que Marisol Carratú llevase sentada desde el minuto 18 o que las gallegas se fuesen al descanso cinco abajo (16-11) incluso después de haber ido perdiendo de seis (16-10). Y lo de Carratú, mejor jugadora de la pasada jornada en el banquillo, se convierte en anécdota gracias a la actuación de Meriem Ezbida bajo palos. Al final, una victoria que entiende poco de balonmano y mucho de corazón, entrega y sacrificio (26-27).
Ya tuvo que hacer un primer esfuerzo el Guardés para reponerse del 4-1 de los primeros ocho minutos. Las de Gallardo, comandadas magistralmente por las hermanas López y seguras con Alice Fernandes bajo palos, estaban dispuestas a correr hasta la extenuación. Y en ese ritmo loco se perdían las ideas del Mecalia. Aún así, con temple y un par de acciones serias, las gallegas aguantaron el arreón hasta el minuto 13.30 (7-7). Después de eso, se puede contar que hasta la guardameta local anotó de portería a portería, Sole y Espe López empezaron a llenar su bolsillo de goles -trece goles entre las dos- y poco a poco fueron desactivando todas las armas que el Guardés desplegó en su soberbia victoria contra el Rocasa Gran Canaria. El grupo no estaba rindiendo y había que empezar a buscar soluciones.
El 16-11 del descanso parecía dejar pocas opciones al equipo de Prades. Pero en estas primeras jornadas el sufrimiento viene de la mano del ‘sentimento’. Y de la misma forma que el Guardés es equipo en lo bueno, todavía es más equipo en lo malo. Y sino, que se lo pregunten a las que sin haber contado con minutos animaron hasta el final o a Meriem Ezbida, quien se ha reivindicado con nota.
Y con este coraje que ya se vio también la pista del Elche, el Guardés llegó dispuesto a nadar hasta el final sin la más mínima intención de morir en la orilla. Hubo momentos para cortocircuitar al ataque local atascado en las faltas, para que Urban o Bravo sacasen a relucir sus muñecas y colocasen al Guardés hasta cuatro por delante a falta de unos tres minutos para el final en un partido en el que la excapitana Estela Doiro no jugó.
La celebración tras el pitido final fue poco exteriorizada -como dice Prades “todavía no hemos hecho nada”- pero dos puntos ganados con fe y sufrimiento tienen un valor incalculable que bien merece ser disfrutado desde la tercera posición de la Liga Guerreras Iberdrola 19/20.
Rincón Fertilidad Málaga (16+10): Alice Fernandes (1), Marina Martín, Isaura de Almeida (2), Estela Doiro, Judit Gómez (2), Sole López (7), Rebeca Castell, Rocío Campigli (1), María Pérez (3), Espe López (6), Isabelle dos Santos (1), Marta Vidal, Paula García (3), Juliana Borges.
Mecalia Atlético Guardés (10+17): Meriem Ezbida, África Sempere (1), Sandra Santiago (4), Martina Mazza (1), Carmen Campos (7), Sara Bravo (5), Estefanía Descalzo, Paulina Pérez, Patrícia Lima, Cris Barbosa, Rosario Urban (5), Sarah Valero (4), Carla Gómez, Marisol Carratú.
Parciales 5’: 2-1, 5-4, 8-7, 11-8, 15-9, 16-11 (descanso), 17-14, 20-16, 21-21, 22-21, 23-24, 26-27.
Árbitros: Luis Colmenero y Víctor Rollán (CYL). Excluyeron a Campigli, dos Snatos y García por parte de las locales y Valero por parte del Guardés.
Incidencias: partido correspondiente a la J.5 de la Liga Guerreras Iberdrola disputando en el Pabellón José Luis Pérez Canca de Málaga ante 300 espectadores. La guardameta Marisol Carratú recibió el galardón de ‘Guerrera Iberdrola’ de la J.4.