El Porriño está muy cerca de cumplir uno de los objetivos de la temporada. Su errática trayectoria en liga no le impedirá estar en la fase final de la Copa de la Reina. Y es que este sábado dejó sentenciada su eliminatoria ante un Base Villaverde que no ha conseguido ni un solo punto esta temporada en División de Honor. Tras unos primeros minutos igualados, el conjunto porriñés consiguió poner tierra de por medio al ecuador de la primera parte y se fue al descanso con una clara ventaja de nueve goles (10-19). En la segunda mitad aprovechó para conseguir una renta de 14 goles que prácticamente le garantiza su presencia en Málaga. La vuelta de esta eliminatoria se disputará en el Municipal de O Porriño el próximo miércoles (20:00).
El Mecalia Atlético Guardés, vigante campeón de liga y líder virtual de la Liga Guerreras Iberdrola, dio la sorpresa negativa al traerse de Granollers una abultadísima derrota que dificulta el objetivo de estar en la fase final. Mientras el conjunto local inició el partido con las ideas más que claras, las de Prades se atascaban de manera preocupante en ataque. El primer parcial (3-0) ya planteaba al Guardés una situación adversa.
La exclusión de África Sempere cuando el partido estaba en su máxima igualdad (Min.22, 9-9) sacó de nuevo a las de Prades del encuentro al apostar por jugar con la portería vacía. A pesar de los dos errores de lanzamiento de la guardameta vallesana -Nicole Morales, soberbia todo el encuentro-, el parcial de 1-0 en superioridad fue seguido de dos nuevos goles de Ona Vegué tras el tiempo muerto de Prades. A pesar de la exclusión de Mireia Torras y de contar con dos minutos de superioridad, el Guardés no encontraba revulsivo. Bajo la dirección de Anthía Espiñeira, la única que se atrevía a soltar el brazo era la lateral Rebeca Castell.
A pesar de intentarlo de manera incansable, tan solo transformó un lanzamiento, siendo el único tanto que el Guardés logró en los últimos ocho minutos de la primera parte. Por suerte, la precipitación de las locales y un par de buenas acciones defensivas de las gallegas permitieron que la diferencia no fuese mayor ya al descanso (13-10).
El tiempo de descanso resultó igual de ineficaz que todos los tiempos muertos solicitados por José I. Prades y la tónica del primer tiempo se mantuvo inalterable durante los 30 minutos siguientes. Tan solo tras los dos goles consecutivos de Luciana Mendoza (Min. 33, 14-12) se acercó el Guardés en el marcador a las de Robert Cuesta.
A pesar de las rotaciones -la única jugadora que no contó con minutos por parte del Guardés fue la central Gabriela Romero-, el Granollers no se dejó intimidar. Las rentas de tres-cuatro goles se mantuvieron hasta que con un gol de Ballesteros las locales ampliaron su colchón a los cinco tantos de renta (Min. 50:57, 22-17). Un parcial global de 8-3 en los últimos diez minutos sentenciaron finalmente al Guardés, que deberá remontar los 8 goles que finalmente logró de renta el conjunto vallesano. El equipo del Baixo Miño espera que su afición se vuelque el miércoles (21:00) para lograr un objetivo que parece muy lejano.