Fueron dos maneras bien diferentes de ganar. El Guardés sufrió y el Porriño disfrutó. Las chicas del Mecalia fraguaron su triunfo en la primera parte. Aunque controlaron el partido en todo momento, solo lograron distanciarse en el marcador en el primer cuarto de hora. A partir de ahí, el Alcobendas fue acercándose poco a poco hasta irse al descanso con un 9-11 que dejaba todo abierto para la reanudación.
La segunda mitad fue mucho más ajustada. El Guardés tenía en contra las numerosas bajas que arrastraba y la losa psicológica de sumar tres derrotas seguidas como visitante. Pero aguantó el empuje local y consiguió mantener esa ventaja de dos tantos para poner fin a su racha a domicilio.
La derrota del Alcobendas permite al Porriño auparse al cuarto puesto en solitario. Las de Abel Estévez cosecharon su cuarta victoria consecutiva gracias a una gran segunda parte en la que el Cleba León acusó la expulsión de Marta Méndez antes del intermedio.
Con los dos equipos mucho más entonados en ataque que en defensa, las porriñesas vieron cómo el partido empezaba a decantarse decisivamente de su lado en la última acción del primer tiempo. Era un contraataque claro de Cecilia Cacheda en el que Marta Méndez contacta con ella por detrás y los árbitros no dudan al castigar la acción con tarjeta roja directa para la jugadora visitante y siete metros para un Balonmano Porriño que aprovechó el penalti para incrementar su renta al descanso (23-17, min.30).
Debido al golpe, el técnico porriñés perdía una de sus piezas puesto que Cecilia Cacheda ya no pudo jugar más en el resto del encuentro pero el daño para el Cleba León fue mucho mayor. Sin Marta Méndez, las visitantes se mostraron perdidas en defensa al carecer de su referencia, la jugadora que habitualmente defiende en el centro. Además, las locales no bajaron su nivel de inspiración en ataque con lo que el partido quedó muy pronto completamente decidido (30-21, min.45).
Así, Abel Estévez aprovechó las circunstancias para dar muchos minutos a las juniors Sandra López y Gemma y Nuria Martínez y, además, aprovechó los últimos compases del partido para que Nekane Terés empezase a recuperar sensaciones y tuviera su primer contacto con la pista después de su lesión.