Siempre se suele decir que en un derbi no hay favoritos. Sin embargo, negar que el Teucro parte con más opciones de victoria sería demasiado aventurado. Los pontevedreses cuentan con la plantilla más profunda de la categoría, mientras que el Octavio se ha tenido que contentar este año con disponer de un grupo de jugadores muy joven, que en muchas fases de la temporada ha rendido por encima de lo previsto.
El partido llega en buen momento para los vigueses. Han superado el bache que atravesaron en los últimos partidos de 2014 y los primeros de 2015. La pasada jornada sumaron una heroica victoria en la pista de Palma del Río, que ha propiciado que el objetivo de la salvación esté ya casi al alcance de la mano. Ninguno de los dos equipos acude a la cita con urgencias clasificatorias, puesto que el Teucro tiene un colchón importante respecto a sus perseguidores.
El Octavio ha decidido jugar este partido en el pabellón de Navia (al que se quiere mudar por lo que resta de temporada), una pista mucho más caliente que la de As Travesas y que este domingo presentará un inmejorable aspecto. El club ha movilizado a su afición para que arrope a su equipo y también habrá en la grada una nutrida representación de seguidores del Teucro. Los vigueses ya disputaron su último encuentro como local en Navia. En él, cayeron en el último segundo ante el Alcobendas. Esperan que esta vez no se repita la historia y que el aliento de su afición les permita plantar cara a un rival superior.
La única duda con la que cuenta Javier Fernández ‘Jabato’ es la del juvenil Rubén Figueirido, con una contractura. Lo más probable es que juegue. Para la mayoría del plantel rojillo esté será su segundo derbi tras el de la primera vuelta disputado en Pontevedra en el que el Teucro se llevó cómodamente la victoria (31-21). El capitán Cerillo, curtido en mil batallas de este tipo, seguro que ha contagiado parte de su sabiduría a sus compañeros, que saldrán a por todas este domingo.
Evitar las pérdidas de balón, saber gestionar el ataque posicional y defender como lo ha hecho en los últimos partidos será clave para que el Octavio le pueda plantar batalla al Teucro. Con el calor de su público, los académicos rendirán al 200 por ciento. Lo que no está muy claro es si será suficiente.