Un parcial de 0-4 de salida impuso la triste realidad que se mantendría durante todo el partido. El Octavio, nulo en ataque, se estrellaba una y otra vez contra la zaga zamorana y su portero, el exacadémico Leo Maciel. El argentino completó una primera parte brillante, con más de una docena de paradas. No obstante, en algunas de ellas el balón le llegó mansamente a las manos y apenas tuvo que esforzarse. Jabato, temiendo que el partido se le iba, pidió un tiempo muerto cuando no se había cumplido aún el minuto 6 de partido. El parón le vino bien al Octavio, ya que acto seguido Óscar Silva hizo el primer tanto rojillo, con el que se inició un amago de reacción. Un parcial de 3-1 colocó a los locales a dos goles (3-5, min. 10). Nunca volverían a estar tan cerca en el marcador.
Tras este breve paréntesis, el atasco en ataque regresó. Solo Óscar Silva tiraba del carro. Jabato se vio obligado a detener de nuevo el encuentro en el minuto 23, cuando su equipo se encontraba ya 8 goles abajo (5-13). De nuevo, la ‘regañina’ y los ajustes del técnico surtieron efecto. Y el Octavio incluso tuvo la oportunidad de engancharse al partido e irse al descanso con una desventaja salvable. Un parcial de 5-1 puso a los vigueses a cuatro goles. Pero desperdiciaron la opción de ponerse a tres y en los últimos segundos de la primera parte cedieron dos goles evitables, sobre todo el segundo, que llegó tras una pérdida incomprensible y casi sobre la bocina, y el Zamora se marchó al vestuario con una cómoda ventaja de seis tantos (10-16).
La segunda mitad tuvo muy poca historia. Tras un breve intercambio de goles, un parcial de 0-5 sentenció el encuentro a favor de los zamoranos (12-22, min. 37). En los últimos 20 minutos, Jabato le dio minutos a todos sus hombres, incluido el portero Jesús Veiga, que hizo algunas buenas paradas, y el juvenil Diego Prada. A pesar de que el encuentro estaba ya sentenciado, el Octavio acabó desquiciado por la actuación de los colegiados, mucho más estrictos con el conjunto local que con el visitante. Rubén Figueirido a punto estuvo de ver la roja por sus protestas. Los árbitros fueron ‘magnánimos’ y únicamente lo castigaron con un par de exclusiones. En los últimos minutos, ya sin nada en juego, los vigueses se soltaron en ataque y consiguieron maquillar el resultado.
Tras esta nueva derrota, el Octavio es ya antepenúltimo. La próxima semana se detiene la competición en División de Honor Plata para la disputa de la primera ronda de Copa del Rey. El conjunto vigués viajará a Ciudad Real para disputar una eliminatoria a partido único ante el Alarcos. Tras este paréntesis, los de Jabato se desplazarán a Zarautz para enfrentarse al Amenábar, último clasificado. El Octavio está obligado a mejorar su imagen ante un rival directo y sumar los primeros puntos de la temporada.
Academia Octavio: Jorge García Lloria, Rubén Figueirido (6), Ángel Iglesias (1), Víctor León (1), Borja Méndez, Juan Carlos Quintas (1), Óscar Silva (8, 1p) -siete inicial-, Jesús Veiga (p.s.), Tate Batán, Dani Bernárdez (1), Pablo Gayoso (2), Germán Hermida (3), Andrés Piñeiro y Diego Prada.
MMT Seguros Zamora: Leo Maciel, Luis Cano ‘Peli’ (3), Jorge García (6), Andrés Alonso (2), Miguel Camino (6), Marc Abalos (3), Iñaki (1) -siete inicial-, Iván (p.s.), Ceballos (2), Diego Reyes (3, 1p), Octavio Magadán (1), Fernando Ruiz, Alberto Molina (1), Guille García, Luisín Martín y Rodri del Val (1).
Parciales: 0-3, 2-5, 4-9, 5-12, 7-13, 10-16 -descanso-, 12-20, 14-23, 16-24, 18-25, 21-27 y 23-29.
Árbitros: Mendoza Roldán y Visciarelli Lareo. Excluyeron dos minutos a los locales Tate Batán, Juan Carlos Quintas, Rubén Figueirido (2), Germán Hermida, Pablo Gayoso y Óscar Silva; y a los visitantes Marc Abalos y Andrés Alonso.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 4ª jornada de División de Honor Plata de balonmano disputado en el pabellón de Navia ante unos 500 espectadores.