Sí, es él. El delantero uruguayo que se ha convertido este lunes en el primer fichaje del Celta de cara a la próxima temporada. Y es que Maxi, hasta hace muy poco, era un total desconocido. Hasta ese 2 de octubre, el delantero solo había disputado con el primer equipo del Defensor un par de minutos en la anterior eliminatoria ante el Universitario. Aquel día, cuando saltó a la cancha en el minuto 71 casi nadie lo conocía. Ahora, dará el salto a Europa y lo hará para vestir de celeste. Se trata de un delantero corpulento, un goleador nato, una perla a la que habrá que seguir puliendo y que se ha comprometido por el Celta hasta 2022. Pero regresemos al principio de la historia.
En este triunfante partido ante el Lanús ya mostró una de sus cualidades: su carácter. Aunque por aquel entonces lo llamaron inconsciencia. Al día siguiente, el diario Ovación narró cómo se desarrollaron los acontecimientos. Su compañero Andrés Fleurquín -ex de Córdoba y Cádiz- le preguntó «¿querés tirar un penal?». Él, sin dudarlo demasiado, le respondió «sí, dale, tiro uno». «Como si estuviera en un partido de fútbol con amigos», narró el periodista que escribió ese artículo.
Lo que no esperaba Maxi Gómez es que a él se le asignaría tirar el penalti decisivo. Su entrenador, Juan Tejera, reunió a todo el grupo y anunció «el quinto lo tira Maxi Gómez». El joven futbolista reconoció que se puso «un poco nervioso». Pero lo marcó, se convirtió en el héroe del día y su nombre comenzó a ser conocido en Uruguay.
Tras este imprevisto salto al estrellato, su progresión ha sido meteórica. El partido ante el Lanús marcó un antes y un después en su carrera, ya que tras anotar ese decisivo penalti se convirtió en titular indiscutible con el Defensor Sporting Club. En su primera temporada, la 15/16, marcó 14 goles en solo 21 partidos de Liga. Y en esta 16/17, que acaba de concluir, ha hecho 15 tantos, incluidos los dos que le dieron la victoria a su equipo ante el Fénix el sábado 13 de mayo (1-2) y el título en el Torneo Apertura.
Fue la mejor despedida posible para un chaval que el 14 de agosto cumplirá 21 años, pero que a pesar de su juventud y su fugaz paso por el primer equipo es un ídolo para la afición del Defensor. «¡Aunque Maxi se vaya lo voy a querer, aunque Maxi se vaya lo voy a querer porque se que va a volveeeer!», cantaba la agradecida hinchada durante el partido ante el Fénix.
Tras el encuentro, y con la copa en la mano, se produjo una curiosa escena. Después de dar la vuelta olímpica con la bandera de su pueblo, Paysandú, se enfundó una camiseta del Celta que le proporcionó un celtista emigrado (La Voz de Galicia cuenta aquí la historia). Fue algo más que un guiño. «Sí, sé que lo del Celta salió, pero hoy estoy en Defensor y lo único que quiero es disfrutar con mis compañeros», dijo en un primer momento el delantero a los periodistas allí congregados, pero luego añadió que «y cuando vaya para España lo voy a hacer de la misma manera que acá. Y para donde me toque ir voy a llevar la bandera de mi pueblo».
El delantero que aprendió a correr
Maxi Gómez tendrá que trabajar duro y perder algún kilo para repetir en la Liga Española el gran rendimiento que ha ofrecido en los dos últimos años en Uruguay. Y es que este joven delantero destaca por su corpulencia, que parece incluso excesiva: mide 186 centímetros y pesa 91 kilos.
Gómez nació en una familia muy futbolera (su hermano mayor Richard también es jugador y militó en equipos de la segunda división uruguaya) y desde niño destacó por su talento. Sin embargo, estas cualidades innatas quizás fuesen la causa de que se esforzase menos que otros compañeros. «Me decían que corriera y a mí no me gustaba; ahora ya aprendí», dijo el propio jugador en una entrevista en 2015.
Maxi llegó al Defensor en 2013, con 17 años, procedente del Litoral de Paysandú, su querida ciudad natal. Le costó adaptarse: «La vida de futbolista no es nada fácil. Tuve que dejar a toda mi familia en Paysandú y me costó, extrañaba mucho». El peso también fue un quebradero de cabeza en estos primeros meses fuera de casa. Tenía algunos kilos de más y por este motivo le apodaban ‘El Gucci’, nombre de un cantante de cumbia uruguayo un tanto orondo.
Potente, cabeceador, luchador y diestro… y temperamental
Pero ninguno de estos obstáculos impidieron que Maxi Gómez terminase triunfando en Defensor. Los expertos en fútbol uruguayo lo definen como un delantero muy potente, un goleador nato. Es un gran cabeceador, le gusta pugnar con los centrales, juega bien de espaldas, es hábil con la pelota y sabe buscar espacios sin balón. Además, cuenta con un potente disparo con la diestra, lo que le convirtió en el lanzador de las faltas en el Defensor.
Pero todavía necesita mejorar en algunos aspectos. Tiene margen. Todavía le cuesta asociarse con sus compañeros y conducir el balón lejos del área, su hábitat natural. Además, su carácter a veces le juega malas pasadas. Esta campaña fue expulsado en dos ocasiones y en marzo del año pasado protagonizó un feo incidente con un compañero que le costó una suspensión. El Defensor perdió contra el Liverpool (el uruguayo, no el inglés) y tras el encuentro algunos aficionados increparon a los jugadores. Esto no sentó bien a ‘Romario’ Acuña, que se encaró con uno de ellos. Rápidamente Maxi Gómez fue a por su compañero y le propinó un ‘piñazo’ en la cabeza. Después se supo que el aficionado con el que se enfrentó Acuña era uno de los hermanos del propio Maxi, un temperamental y fiel defensor de su familia.
Volviendo a los estrictamente deportivo, el exfutbolista OJ Morales, actualmente miembro del cuerpo técnico del Defensor, lo definió así hace solo unas semanas: «Maxi Gómez está muy bien, es tremendo jugador. Hacía tiempo no aparecía un 9 así, con estas características, completo. Tiene cabezazo, ‘dribling’, es temperamental. A su corta edad luchó y se ganó el reconocimiento».
No a 3,25 millones de dólares del Udinese
El presidente del Defensor, el locuaz Daniel Jablonka, confirmó el pasado lunes a Radio Vigo Cadena Ser que el acuerdo para la venta de Maxi Gómez al Celta estaba prácticamente hecho. «Faltan algunos detalles, pero podemos decir que está cerrado», aseguró Jablonka, que también desveló que su club se guarda un porcentaje sobre una futura venta.
Lo que no reveló Jablonka son las cifras de la operación. Algunos medios uruguayos aseguran que el Celta pagará más de 4 millones de euros por el 80% del pase del delantero. Sea como fuere, el Defensor rechazó hace unas semanas una oferta del Udinese italiano de 3,25 millones de dólares (que podría alcanzar los 4 en función de objetivos). Otros clubes de Argentina y Brasil también se habían interesado por Maxi Gómez. Os dejamos un vídeo con sus mejores actuaciones.