Un juguete roto, un manojo de nervios, con las piernas temblorosas y sin un atisbo de acierto sobre el campo. El Celta ofreció este domingo otro despropósito y mostró todas sus carencias ante el Eibar. Logró un punto porque enfrente había otro conjunto con muy poco fútbol, pero Coudet tiene un trabajo enorme por delante para convencer a sus jugadores de que otro mes idéntico al de enero pude llevarlos al pozo directamente.
Y es que la vida sin Aspas se le hace eterna al equipo. Ni siquiera su convocatoria -finalmente no recibió el alta- insufló ánimos a sus compañeros, que demostraron una vez más un recital de ineficacia. Solo el gol en los primeros minutos sostuvo el resultado, pero los errores volvieron a castigar al Celta.
El único cambio, obligado por ciclo de amarillas, fue el de Denis Suárez. En su lugar entró Beltrán. Arriba, la misma apuesta que tan buenos primeros minutos dio en el Benito Villamarín: Nolito, Emre Mor, Brais y Mina. Y el inicio, como ocurrió en Sevilla, no pudo ser mejor.
Brais Méndez enchufó la primera que tuvo tras resolver con su zurda en el área una jugada bien llevada por Emre y Mina. Todavía pudo ampliar su ventaja el equipo local con un gran remate de Olaza, que intercambió su posición con Nolito, para mandar al palo lo que pudo ser el segundo gol.
Y la misma película de unos días antes se repitió. El Celta se echó atrás, bajó la intensidad de su presión de forma alarmante y sufrió hasta la extenuación. Brais, Emre y Nolito desaparecieron, tanto en ataque como en defensa, y tan solo Tapia y Mina pelearon para mantener el tipo.
La pesadilla llegó en el reinicio. Coudet optó por retirar a Emre y dar entrada a Okay para fortalecer el centro del campo. El efecto fue justo el contrario. En medio del caos, del patadón y del absoluto descontrol, el turco falló lo más fácil y abrió la puerta del empate. Los vascos, que tampoco habían mostrado ningún acierto en todo el choque, no desaprovecharon el regalo y Bryan Gil fusiló a Rubén.
El partido enloqueció definitivamente. El Eibar todavía no podía creerse el botín que tenía y el Celta no sabía qué hacer con el balón. El juego se trabó con faltas, codazos y entradas muy peligrosas por detrás ante la inacción absoluta del colegiado.
Dos grandes ocasiones tuvieron los célticos y en ambas se hizo enorme Dmtrovic. Primero para sacar con el pie un cabezazo de Mallo y luego con una manopla a tiro de Brais en un uno contra uno.
El Chacho recurrió a Alfon en busca de más mordiente arriba y retiró a Beltrán, totalmente irrelevante durante todo el partido. El último tramo fue una exhibición de incapacidad. Nadie apareció, excepto Tapia en defensa, para llevar el peso del equipo hasta el triunfo.
Y suerte hubo en que el Eibar se dio por satisfecho con el empate. Visto lo visto sobre el campo, el Celta también puede alegrarse de no haber caído de nuevo. Un punto, sin Aspas, ahora mismo parece un milagro. Ante el Granada, el próximo domingo (18:30), puede empezar la nueva Liga del conjunto vigués. ¡Dios salve a Aspas!
Celta: Rubén, Hugo Mallo, Murillo, Araújo, Olaza, Tapia, Brais Méndez, Beltrán (min.74, Alfon), Nolito (min.80, Baeza), Emre Mor (min.45, Okay), Santi Mina.
Eibar: Dmitrovic, Bigas, Oliveira, Sergio Álvarez (min.63, Aleix), Recio, Edu Expósito, Soares, Muto, Pozo, Bryan Gil, Kike García (min.75, Pedro León).
Goles: 1-0, min.8: Brais resuelve en el área; 1-1, min.53: Bryan Gil marca tras pérdida de Okay.
Árbitro: González Fuertes (Colegio Asturiano). Mostró cartulinas amarillas a Soares, Tapia, Expósito, Mina y Brais.,
Incidencias: Partido de la jornada 20 de La Liga disputado en el Estadio Municipal de Balaídos.