Augusto explicó este martes cómo se encontró el sábado en el doble pivote, una posición en la que ya jugó ante Valencia o Getafe: «A mí me tocó hacer la labor más defensiva, con Michael (Krohn-Dehli) soltándose un poco más y yo encargándome de la salida de balón y dándole equilibrio al equipo. Trato de sumar y mentalizarme en esa nueva función. Lo importante es el equipo y si yo puedo ayudar, independientemente de la posición, lo voy a hacer».
El capitán celeste asume como un reto estas múltiples funciones que le está encargando Eduardo Berizzo: «La idea es hacerlo bien. Si uno va rotando posiciones y no lo hace en ningún lado bien, no sirve de nada. Me mentalizo y trato de ver qué requiere cada posición en cada partido. Contra el Espanyol jugué de lateral en un partido en el que no teníamos la pelota y me esforcé en la tarea defensiva. En el mediocentro, la función es otra y creo que lo puedo hacer bien. El plural es más importante que el singular».
Augusto se define como un jugador de equipo. Su mayor recompensa es que el Celta gane: «Voy a cumplir 29 años y uno ya no busca el reconocimiento personal. Me alegro muchísimo más cuando las cosas van bien en lo colectivo. Si un día me toca jugar en un lugar y lo puedo hacer bien, y si luego el equipo me necesita en otra posición y lo puedo hacer bien también, me voy a sentir importante para el equipo».
La de pivote es una posición relativamente nueva para él, por lo que trata de minimizar algunas comprensibles carencias defensivas «con actitud y con esfuerzo. Me faltan algunos conceptos de marca, pero lo puedo suplir con otras facetas y me siento capacitado. También hay que saber leer los partidos, cuando meterte entre los centrales y cuando hay que ir un poco más arriba. Esta es una posición en la que no me siento para nada extraño. A la hora de jugar, intento darle salida limpia al equipo. Me sentí cómodo».
Recuperándose de sus molestias en el cuádriceps
Augusto Fernández no se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros ni el lunes ni el martes. Ante el Córdoba tuvo que ser sustituido en los últimos minutos al resentirse de unas molestias en el cuádriceps que ya venía arrastrando. El argentino cree que no tendrá problemas para jugar ante la Real Sociedad: «Estoy bien, pero sucede que ya desde la semana pasada venía arrastrando una sobrecarga en el cuádriceps. En la última jugada antes de salir, se me acrecentó un poco y tanto ayer como hoy me dediqué a regenerar para poder entrenar mañana a la par del grupo. No voy a tener inconveniente para jugar el sábado».