El entrenador argentino considera que el Celta pagó el esfuerzo realizado el domingo ante el Barcelona: «Hubo un gran desgaste contra el Barça y eso lo acusaron los jugadores, ya que no hubo frescura para que la pelota circulara como es habitual y eso afectó nuestro juego, que no fue el de siempre».
Berizzo reconoció que el partido no salió como lo habían preparado: «No fue un partido como esperábamos, estábamos imprecisos y el gol del Granada nos complicó más de lo que esperábamos. No tuvimos claridad para encontrar el gol, a pesar de jugar con uno más no logramos dominar en el área rival y el gol llegó cuando casi ya ni lo esperábamos».
No obstante, cree que su equipo tuvo siempre fe en el empate a pesar del mal partido: «El equipo se volcó todo el tiempo en ataque, acabamos jugando con seis delanteros a la vez, aunque igual por acumular mucha gente arriba se complicó aún más pero con uno más solo queríamos empatar. La verdad es que nunca perdimos la fe y creo que el empate terminó por ser justo».