«Me quedo con haber jugado el partido que teníamos que jugar. Despojándonos del resultado, es un partido que refuerza nuestra manera de jugar. Es una prueba ante un rival de renombre. Sabemos que podemos correr más que cualquiera, presionar más que cualquiera», explicó en rueda de prensa tras el partido y añadió que «en un frío análisis, la actuación de mi equipo me deja muy contento y muy satisfecho. Fuimos fieles a nuestro estilo. Nos patearon seis veces al arco y nos metieron cuatro goles. Esa jerarquía en ataque definió el partido».
Para el técnico, hubo un momento clave en el partido. «Cuando íbamos 2-2, perdimos la pelota del 3-2 y eso inclinó la balanza del lado del Real Madrid. Ese fue un momento importante. Además, si sostuviésemos el 1-0 íbamos a desesperar a nuestro rival. El partido lo jugamos como lo debimos de jugar».
Por otra parte, se refirió a un derribo de Kross a Orellana dentro del área en el que los jugadores celestes reclamaron penalti.
«Decían en el vestuario que pudo haber sido penalti. El 3-3 nos hubiese metido de lleno. Pero no valoro la actuación de los árbitros», comentó al respecto.
Al igual que Ancelotti, destacó la espectacularidad del encuentro. «Como aficionado me hubiese gustado ser espectador de este partido», dijo Berizzo, que aún confía en que el Celta logre auparse a la séptima plaza: «El partido del miércoles ante el Málaga será un buen partido para acortar esa distancia».