Berizzo dio a conocer la lista de convocados para el partido ante los blancos. Se cae de ella Radoja, que aún no se ha recuperado de su pubalgia. Entra en su lugar el gabonés Levy Madinda.
El Celta puede actuar este domingo de juez de la Liga. No obstante, Berizzo reconoció que no tiene preferencias entre Madrid y Barcelona en su lucha por el título: «La única camiseta que quiero es la celeste. Los demás, que pierdan todos. Me gustaría terminar la Liga ganando partidos, sintiendo que no nos relajamos, que todo lo que hicimos hasta hoy nos exige un esprint final muy bueno y conseguir el mayor número de puntos jugando bien. El Barça, el Madrid, el resto de rivales… no tengo ninguna preferencia».
Y es que el Celta también se juega mucho este domingo. En el horizonte está la posibilidad de auparse a la séptima plaza, un reto que ilusiona a los celestes y Berizzo espera que sus futbolistas jueguen con alegría. «Nos encontramos en una situación deseada y merecida. Me parece que el fútbol que demostramos toda la temporada habla de una salvación lograda con determinación. No es fácil sentirnos a seis jornadas para el final como nos sentimos. Esta liberación de esta preocupación nos tiene que hacer jugar mejor, nos tiene que soltar para que cada uno intente todo lo que su cabeza quiera hacer. En un partido como este la imaginación, el deseo, la motivación juega un papel muy importante. Hay que animarse a jugar todo lo bien que podemos. Cuando el equipo aterriza el balón y circula, es un equipo muy intenso, con mucho movimiento, mucha verticalidad y que hace daño», dijo el técnico.
Berizzo cree que las importantes bajas con las que cuenta el Real Madrid no condicionarán el partido: «Nos vamos a enfrentar a un rival que viene de haber jugado un muy buen partido el miércoles, de haber pasado en Liga de Campeones. Está peleando la Liga. No descubro nada diciendo que es un partido difícil de ganar. Pero lo único que presenta para nosotros es un desafío, una prueba, una posibilidad de demostrar nuestro fútbol ante un gran rival lleno de buenos futbolistas que nos exigirá jugar muy bien. Qué bueno poder jugar esta clase de partidos».
Por otra parte, el técnico celeste cree que la mejor forma de hacer daño al Real Madrid es imprimir un alto ritmo de juego al partido: «No solo nos interesa, también nos agrada jugar así. Somos un equipo que mueve el balón, que cambia de posiciones, que tiene verticalidad. Nos hemos sentido cómodos en toda la Liga jugando de esta manera. El equipo tiene una identidad y los futbolistas se sienten cómodos dentro de esa idea. Mañana, en un campo repleto, será una buena ocasión para ponerlo en juego y demostrarle a los grandes que juegas tan bien como ellos». Esta intensidad, de hecho, le ha valido al Celta para ganarse el respeto del fútbol español: «Nos respetan, saben de la intensidad que el equipo le imprime a los partidos, de las intenciones de jugar la pelota al pie, de los buenos jugadores de nuestro equipo. El Celta ha logrado un respeto a su fútbol que se nota».