Si el Celta está irreconocible, el mejor ejemplo de ello es Brais Méndez. El futbolista de Mos, hasta hace bien poco objetivo de las críticas por parte de la afición viguesa, se ha convertido en el goleador del equipo. Marcó ante el Cádiz y repitió frente al Alavés, por partida doble, para sellar la cuarta victoria consecutiva. El conjunto celeste es ahora séptimo tras un esprint fantástico desde el fondo de la tabla.
Todo empezó con la llegada de Eduardo «Chacho» Coudet y todo parece seguir bajo su batuta. El argentino agitó de nuevo la varita mágica y se inventó un nuevo delantero centro que le dio el triunfo ante un complicado rival.
Y es que Mina, lesionado frente al Cádiz, dejó su sitio a Beltrán. Realmente fue la misma sustitución que entonces hizo el Chacho, aunque el partido de Copa y la buena actuación de Lautaro en punta también provocó que se barajase esa opción. Quizás el técnico no lo viese tan claro como para darle ya la alternativa al canterano de salida, pero lo cierto es que se decidió por adelantar a Brais en punta junto a Aspas y no le pudo salir mejor.
El de Mos lució como delantero centro, marcó y se asoció, incluso realizó un trabajo de desgaste de centrales que sería inimaginable hace tan solo una semanas. El primer gol llegó gracias a un cabezazo suyo en buen desmarque tras centro impecable de Olaza. El Celta salió en esta ocasión más temeroso, en parte por un par de sustos generados atrás por pérdidas de Tapia, pero rápidamente cogió el timón del choque.
En la primera mitad no hubo tanto acierto como ante el Cádiz y pudo ocurrir si Iago y Nolito hubiesen acertado de cara a portería. En cualquier caso, las sensaciones del conjunto de Coudet fueron igual de buenas. Juego al primer toque, salida fluida del balón e intensidad, mucha intensidad, tanto para defender como para recuperar tras pérdida. Quizás esta sea la clave en la mejoría del equipo.
Las fuerzas se equilibraron en el arranque de la segunda parte. Apretó el Alavés y dispuso de una gran ocasión en un cabezazo del excéltico Joselu al que respondió Rubén con un paradón fabuloso. Denis y Nolito bajerson su rendimiento y Coudet no lo dudó.
La entrada de Baeza y Okay le dieron de nuevo la pelota al equipo vigués. Aspas generó dos buenas galopadas y llegó a línea de fondo pero no encontró rematadores, mientras que Machín optó por Guidetti y Tavares en busca el empate.
El Chacho vio tan cerca de la cuarta victoria que se decantó por un movimiento defensivo. Con doble pivote Tapia-Okay, introdujo a Fontán como tercer central para fortalecer la retaguardia y guardar el botín.
En ese momento apareció el hombre del partido, Brais Méndez, para marcar su segundo gol de la tarde y cerrar el cuarto triunfo consecutivo del Celta, algo no visto por esta tierra desde hace seis años. El cambio estratosférico del Celta lo lleva hasta el séptimo puesto, teórico de Uefa. Sin descaso, este miércoles (17:30), contra el Getafe en Madrid.
Celta: Rubén Blanco; Mallo, Murillo, Araújo, Olaza; Tapia, Beltrán (min.75, Fontán); Denis Suárez (min.70, Okay), Brais Méndez, Nolito (min.70, Baeza); Aspas (min.90+, Emre Mor).
Alavés: Pacheco; Ximo, Ely (min.40, Tachi), Lejeune, Rubén Duarte, Tomás Pina, Battaglia, Jota Peleteiro (min.73, Tavares), Rioja, Lucas Pérez (min.73, Guidetti) y Joselu.
Goles: 1-0, min.19: Brais Méndez cabecea a la red un centro de Olaza; 2-0, min.80: Brais, a pase de Iago Aspas.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-La Mancha). Mostró tarjeras amarillas a Battaglia, Pina, Araújo y Nolito.
Incidencias: Partido de la jornada 14 de La Liga disputado en el Estadio de Balaídos.