El paso del tiempo y el incumplimiento de plazos en las obras de Balaídos ha vuelto a inquietar a los aficionados del Celta. El último anuncio efectuado por Abel Caballero fijaba la licitación de la reforma de la grada de Marcador para enero, pero a estas alturas ese trámite todavía no se ha completado. Así, ante las preguntas asaltan a los asiduos al estadio, el alcalde de Vigo ha tenido que salir al paso de los comentarios.
“Estamos al borde de la licitación”, indicó el regidor olívico este jueves por la noche en el programa que tiene en Televigo. En su día, Caballero había establecido esa licitación para junio de 2019. Luego para agosto y después para septiembre. Más adelante, a lo largo del otoño, diciembre, enero… Y ahora no concreta una fecha pero sí adelanta que el paso está a punto de darse.
El objetivo, según afirmó este jueves, es “empezar la obra este verano”. El alcalde, que había trasladado a las peñas que los trabajos arrancarían nada más finalizar la actual temporada (24 de mayo, aunque el último partido en Balaidos sejuega la semana anterior), no fue más allá y dejó algo abierto ese inicio.
A este respecto, cabe recordar que el Concello de Vigo reservó 6 millones de euros en su presupuesto de 2020 para acometer esa remodelación. Además, la Deputación de Pontevedra, que financia la mitad de la actuación, también tiene consignado el importe correspondiente.
Tal y como destacó, el proyecto contempla la instalación de varios ascensores en Marcador y Gol, que permitirán acceder a Río Alto y Tribuna Alta a todas aquellas personas con movilidad reducida o con problemas para subir las escaleras que llevan a estas gradas.
Más preocupado por Río Bajo
En todo caso, centró sus inquietudes en la grada de Río Bajo, donde la distancia entre filas causa grandes incomodidades a los aficionados. El regidor recordó su promesa de arreglar esas deficiencias y reiteró que “cuando empiece la próxima temporada” los asistentes a esa bancada podrán presenciar los partidos de manera mucho más cómoda.
Caballero no dejó escapar la oportunidad para volver a cargar contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo porque, según denuncia, “no sólo no paga nada” de la reforma de Balaídos “sino que le encantaría que el Celta se fuera a jugar a Mos”. También criticó que “el club no paga nada”, a pesar de que se encargó de construir la nueva grada de Tribuna Baja y de acondicionar los interiores del estadio.