Como cabía esperar, Abel Caballero no quiere reunirse con el presidente de la Deputación de Pontevedra, Luis López, si la vicepresidenta primera y jefa de la oposición en Vigo, Marta Fernández-Tapias, está presente. Así lo había propuesto el dirigente provincial. Este rechazo ya se produjo cuando Alfonso Rueda se puso al mando de la Xunta de Galicia y la opinión del alcalde de la ciudad no ha variado. Pero no verse las caras no impedirá avanzar en la reforma de la grada de Gol, en el estadio de Balaídos.
El regidor vigués ha informado de que enviará a López “toda la información” relativa a la reconstrucción de esta bancada, la última que queda por remodelar. Es decir, proyecto, plazos y presupuesto “para que lo introduzca en los presupuestos de forma inmediata”, de cara a 2024. También para que disponga de “los datos” necesarios para firmar el correspondiente convenio, en el que López no quiere sorpresas en forma de sobrecostes.
De esta forma, quedaría resuelto un importante escollo de cara a la renovación de la grada de Gol. Solo quedaría que el Celta, a quien López quiere escuchar, esté también de acuerdo con el proyecto. Una tercera pata que no será fácil de sumar habida cuenta de los desencuentros existentes entre el propietario del club, Carlos Mouriño, y Abel Caballero. El relevo en la presidencia, con una Marián Mouriño más proclive a mantener relaciones cordiales con el Concello de Vigo, facilitaría las cosas.
Una vez que las partes implicadas solventen sus diferencias, quedaría resolver la tramitación administrativa. El alcalde ha reconocido que eso llevará “tiempo”, sobre todo dada la cuantía de la actuación, unos 25 millones de euros. Solo la licitación de esta obra se prolongaría durante unos cuatro meses, ya que tiene que ser publicada en los boletines europeos debido a su importe. En total, el ‘nuevo Balaídos’ acabará costando al menos 60 millones de euros.
Buen tono
Caballero, además, ha avanzado que le “gusta” el “tono” que Luis López emplea en sus relaciones con el Ayuntamiento de Vigo, además de su compromiso presupuestario con la ciudad. “Lo que escucho me parece bien”, ha asegurado sobre la intención de destinar unos cinco millones de euros anuales a la principal urbe de la provincia. Incluso ha adelantado que “si sigue así, yo diré públicamente que la Deputación de Pontevedra apoya a la ciudad”.
No obstante, le ha echado en cara que “quiera venir acompañado por otras personas” a la reunión que ambos mandatarios proyectan mantener. Una vez más, ha rechazado que Tapias esté presente. Además, lo considera improcedente por dos motivos. Por un lado, porque si necesita ayuda porque “no conoce la situación de Vigo, está obligado a dimitir”. Por otro lado, porque resultaría inaceptable que se trate de “una operación política del Partido Popular”.
En todo caso, no da por perdida la reunión, que se podría celebrar más adelante, una vez que esté cerrada la inversión de la Deputación de Pontevedra en Vigo. “A partir de ahí ya veremos si hacemos la reunión, cuándo y cómo”, señaló Caballero.