La ansiada reforma de la grada de Marcador ha dado un nuevo e importante paso. El Concello de Vigo ha adjudicado de forma provisional el contrato lanzado en julio para reconstruir esta bancada del estadio de Balaídos. La firma Copasa ha quedado clasificada en primer lugar de entre las siete compañías que se presentaron al concurso público, algunas de gran peso (Copasa, UTE Oreco-Ortiz, UTE Prace-San José, UTE FCC-Petrolam, Civis Global, Ferrovial y UTE Acciona-Ramírez). La empresa gallega ya se encargó, no sin contratiempos y retrasos, de las remodelaciones de Tribuna y Río.
Ahora se ocupará también de tirar abajo y volver a levantar el primero de los fondos a rehacer. Tal y como marcan los plazos administrativos, dispone de diez días hábiles, hasta el 10 de noviembre, para presentar la documentación requerida en estos casos y confirmar así su candidatura. Una vez que este trámite se complete, la Junta de Gobierno Local declarará como definitiva la adjudicación y las obras podrán comenzar tras transcurrir 15 días hábiles y contratar la coordinación de la seguridad. Así pues, el derribo de Marcador podrá iniciarse antes de que acabe el año.
La actuación, cuyo presupuesto de licitación ascendía a 16,6 millones de euros, se ha adjudicado por 15,4 millones. Los costes serán asumidos a partes iguales por el Ayuntamiento y la Deputación de Pontevedra. El plazo de ejecución asciende a 18 meses, por lo que la nueva grada podría estar disponible para el final de la temporada 2021-22 si no hay imprevistos.
El nuevo aforo será 6.418 butacas (2.441 en Marcador Alto y 3.977 en Marcador Bajo). Además, está previsto retirar las torres de iluminación para repartir los focos por las nuevas zonas disponibles, aunque en las últimas semanas el Celta ha completado la instalación de una renovada red de luces LED que permiten poner en marcha un espectáculo lumínico y sonoro antes de los partidos.
Asimismo, se instalarán ocho ascensores a través de los cuales también se podrá acceder a las gradas de Tribuna y Río. En el interior también habrá locales para uso comercial, oficinas y zonas para servicios del estadio. Mientras, los aledaños serán humanizados y se creará una pequeña zona porticada sobre el vial exterior en el perímetro del estadio.
Dentro de esta licitación se ha incluido la ampliación de los espacios en los asientos de Río Bajo. Para dejar más hueco, se retirarán filas completas con el objetivo de ganar entre 15 y 18 centímetros.