Borja Oubiña cumplirá el próximo mes de mayo 33 años. El ex internacional ha sufrido un auténtico calvario de lesiones a lo largo de su carrera. Esta artritis, que le mantiene fuera de los terrenos de juego desde agosto, es la última que le ha tocado enfrentar. Y dado su historial, todos prefieren actuar con prudencia. Desde inicios de 2015 se entrena sobre el césped de A Madroa, pero la evolución es muy lenta y parece complicado que vuelva a vestirse de corto antes de que que concluya la presente temporada. «Es difícil saber si se lo va a permitir su evolución. Hay días que se encuentra mejor y otros que hay que pararle. Sigue evolucionando con altibajos, con momentos un poquito mejores y momentos un poquito peores. Tuvo una lesión muscular en el sóleo que ralentizó un poco el proceso. Vamos a seguir día a día valorando la situación», dijo García Cota.
El jefe de los servicios médicos celestes relata la evolución de Oubiña en los últimos meses: «Sigue haciendo un trabajo de tonificación muscular, un trabajo proreceptivo, y de cargas progresivas. Estuvo en descarga en la primera fase, luego empezó a aumentar las cargas, más adelante utilizamos la máquina antigravitatoria, después entró en el campo y ahora nos estamos amoldando a sus sensaciones para seguir o no el trabajo».
García Cota destaca la fortaleza mental de Oubiña, que sigue trabajando día a día a pesar de no saber si su rodilla le permitirá seguir en el fútbol en activo: «No es agradable para ningún futbolista estar lesionado durante tanto tiempo. Es un chico muy reservado, pero detrás esconde una fortaleza que no te la imaginas cuando lo ves desdde fuera. Aunque también tiene momentos malos, sigue haciendo gala de esa fortaleza, con esas ganas de salir».